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Capítulo 43 - Mi pequeña.

Eddie

Dos meses después.

—Un día más — Dije cuando vi el aspecto en mi espejo. Tome una ducha de agua caliente para poder relajarme un poco. La noche anterior no había podido dormir ni un poco.

—¿Vas a desayunar?— Pregunto mi tía cuando entre a la cocina.

—No, no tengo hambre, más tarde comeré. Ahorita iré al hospital y luego a la universidad.

Me miró seria.

— Eddie, no puedes seguir así.

Le di un beso en la mejilla y salí casi corriendo antes de que dijera más cosas.

En resumen los últimos cinco meses fueron una tortura. Violetta no había despertado aún, su probabilidad de vida cada día era más pequeña. Todo había cambiando para mal, ella perdió el bebé, la leucemia volvió, y yo sentía que cada día que pasaba ella estaba menos presente.

Después que una bomba explotó en la mansión Johnson la seguridad estaba duplicada, nadie salió lastimado a excepción de Juliett. Por fortuna no le pasó nada grave, el fuego lo controlaron y los daños no fueron tan graves.

Mi rutina de todos los días se había convertido en ir al hospital por la mañana, luego a la universidad, de nuevo al hospital y a casa a "descansar". Llevaba cinco meses en la misma rutina, pero sabía que valía la pena.

La carrera que había escogido era la de cardiología, realmente me gustaba y más cuando hacía mis prácticas, era lo único que me distraía de la realidad.

Aparque en el hospital y subí hasta el piso siete, habitación ciento sesenta y seis donde se encontraba mi pequeña.

—Buenos días— Salude a la chica de recepción.

Como todos los días ella me recibió con una gran sonrisa.

— Buenos días Eddie.

Me fui directo a mi destino mientras me resistía las ganas de llorar.

—Hola de nuevo princesa. Un día nuevo, pronto despertarás.

Como siempre era el primero en llegar al cuarto de violetta, me quede con ella un buen tiempo hasta que llego Juliett, estuvimos hablando de diferentes cosas hasta que vio su reloj.

— Eddie es hora de irnos.

— Si ahorita.

Ella se despidió de Violetta y luego salió de la habitación.

—Te amo, vendré por la tarde— Di un beso en sus labios aún con la esperanza que al sentir mis labios ella despertara. La observé unos segundos y después salí de la habitación.

Me despedí del personal y salí directo a la universidad.

Ese día lo sentí muy lento, por primera vez las clases me parecieron eternas. Yo siempre tenía ganas de aprender algo nuevo y saber más, pero ese día sólo quería salir de ahí y llegar al hospital.

ViolettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora