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Capítulo 12- Tu y yo, nuestro mundo.



—¿Donde es aquí?— Cuestione cuando llegamos a un lugar que al parecer estaba enmedio de un bosque o algo parecido, a lo lejos visualize unas luces y un lago cerca.

Después de un largo camino donde ambos nos mantuvimos callados, donde ninguno de los dos hablo llegamos a ese lugar que yo nisiquiera conocía.

—Le pertenece a mi familia— se limitó a responder.

—Que bonito— Susurré. Abrí la puerta de el carro para bajar pero antes de hacerlo Eddie se puso frente a mí, por su cara podía darme cuenta lo nervioso que se encontraba.

—Nesesito poner esto en tus ojos— Dijo mostrándome una venda.

—¿Porque?

—Porque si— Respondió, me di la vuelta y de un momento a otro mis ojos no miraban nada más que oscuridad. Sentí los labios de Eddie en mi hombro desnudo, pasó su mano por mi cintura y empezamos a caminar.

De un momento a otro el dejo de caminar, lo que hizo que yo hiciera lo mismo, sentí escalofríos cuando una línea de besos corrió desde uno de mis hombros hasta el otro. 

—¿Llegamos?— Tartamudie.

—Si— Confirmo. Lentamente quitó la venda de mis ojos— Ya puedes ver— Habló. 

Cuando abrí mis ojos me sentí la más estúpida de el mundo entero. Una línea de velas recorría el pequeño mini puerto que nos adentraba al lago, al final habían hermosas y abundantes flores blancas, la luna que brillaba al igual que las luces de las velas favorecía aquel momento tan perfecto.

—Que hermoso— Exclamé. Mire como contemplaba al frente, me acerque a el y me puse de frente, tome una de sus mejillas en una de mis manos y con la otra le rodeé el cuello, su mirada se fijó en mi ante mi acción—. Lo siento— Susurré. Mis pies se pusieron de puntillas y alcanzaron sus deseable labios—. Te quiero— Dije cuando nos separamos.

—Yo también te quiero— Declaro. Volvió a juntar su boca con la mía donde se empezó un beso, nuestras lenguas chocaron la una con la otra creando miles de sensaciones en mi cuerpo, me acerque más a el,y un deseo de que nada nos separara inundó mi ser, al final fue el quien rompió ese beso—No te disculpes, se que me quieres y que sólo querias darme celos.

Sonreí.

Le di un pequeños beso, bueno varios porque bese toda su cara. Sacó de su pantalón una pequeña cajita color verde oscuro, cuando la abrió mi corazón salto de alegria, no me esperaba algo así de el.  

—Eddie.

—Pequeña ya te eh dicho que quiero y te lo e demostrado, te he amado desde que era un niño. Te amo Violetta, y nada en este mundo me hace más feliz que tenerte en mi vida— Sentí como mis ojos se llenaban de lágrimas «Te amo» Esa palabra me llenó de felicidad— Este anillo representa nuestro noviazgo.Yo soy un humano y como cualquier humano puedo cometer errores, pero te prometo que si lo hago trataré de enmendarlo, intentaré no fallarte y no lastimarte. Te amo y estoy feliz de estar contigo, estoy feliz de ser tu novio.

Puso el hermoso anillo en mi dedo, luego de esa acción le siguió un beso en mi mano, observé mi regalo, un corazón adornaba aquel delicado anillo, un corazón con diamantes.

Cada una de sus palabras me habían encantado, Eddie era el mejor, y si bien tenía razón, no sería perfecto pero intentaría no lastimarme, al igual yo con el. Porque que el fuera hombre no era razón para no tratarlo bien, al contrario, si el era caballeroso y se comportaba como un verdadero hombre conmigo yo estaba segura que el también merecía amor, cariño, todo de mí.

ViolettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora