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Capitulo  39 - Una visita de infarto. 

Violetta. 

Juntas subimos hasta su habitación, luego nos sentamos tranquilamente en su cama.  Por los movimientos de sus manos sabía que ella estaba nerviosa. 

Como ninguna de las dos hablaba pensé en tomar la iniciativa pero ella me se me adelanto. 

—Algo está mal conmigo y supongo que es la emoción y la tristeza a la vez. Letti yo los veo a todos muy felices, tu y Eddie, Teo y Marie, Lilly y Pat, Hanna y Hector, Valery y Matias, Josué y Karen. 

Trate de hablar pero ella me volvió a interrumpir.

—Keven murió y te aseguro que él era la ultima persona en el mundo que merecía eso. Yo queria que te conociera, a papá y mamá, a Lilly y Marie, yo quería que fuera parte de mi futuro, de esto.  Ahora, Eddie me a tratado mal y no me eh quedado callada, me siento mal porqué en lugar de entender que sentía lo trate muy mal. 

—Juliett.

—No espera. Ahora que lo miro me da miedo que te lastime, que él sea como su... Su... —Y ahí se calló. 

—¿Su que? — Pregunte aún con la duda. 

—Su nada. Mira hermana, el punto es que tengo miedo que él te lastime. 

—Eso no pasara. Él no es asi, Eddie no es igual al resto, su corazón es tan bueno, no pienses asi de él.

—Esta bien. Perdoname. 

Me acerque a ella y le di un abrazo, uno de esos que necesitas aveces mas que una palabra. 

Esa noche Juliett se durmió llorando en mis brazos, me dolía verla asi, ver como ese dolor la estaba matando, y desee, con todas mis fuerzas que ella ya no sufriera y que pudiera superar la muerte de Keven. 

Solo baje a despedirme de Eddie, él tenía que volver a casa ya que su mamá estaba enferma y yo le había dicho que tenía que ir porque ella lo nesesitaba.

Quedamos en que el pasaría a las nueve de la mañana por mi, para hacerle una visita inesperada a su papá. 

Cuando él se fue volví a subir al cuarto de Juliett, esa noche me quede con ella, velando que nada le pasara, velando por si se despertaba llorando me tuviera a mi para consolarla. 

[...]

A la mañana siguiente el ambiente se sentía extraño, como esas veces que presientes que algo pasara pero no sabes que. 

Papá ya habia retomado su trabajo así que se habia marchado muy de mañana.  Mama y las chicas por su parte habían decidió ir de compras al centro comercial. 

Esperaba a Eddie sentada en el sofá de la sala, en el mismo lugar donde me había sentado el dia anterior. Faltando unos minutos para las nueve Ruth abrió la puerta principal dejando ver a mi novio detrás. 

Antes que mamá o alguien más nos preguntaran a donde hibamos nos fuimos. 

—Estoy muy nervioso— Me dijo mientras mantenía su mirada fija en la carretera y con una mano acariciaba mi muslo— Son muchos años. 

—Tranquilo, lo veras hoy y yo estare contigo. 

Casi una hora despues llegamos a nuestro destino. En el camino la habíamos pasado callados, suponía que él estaba pensando en que diría o que haría cuando viera a su padre, yo solo respete el silencio.

—Eddie tu mano esta helada— Le dije cuando por iniciativa le tome su mano
— Cariño tranquilo, todo esta bien. 

Despues que nos inspecciónaran como unas mil veces pudimos entrar. Por suerte tuvimos la dicha de que me dejaran estar al lado de Eddie todo el tiempo. 

ViolettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora