Capitulo 36 - Soy yo, tu gemela.
Juliett
Estaba emocionada y nerviosa, la puerta se abrió y entro ella, miro a todos lados hasta mirarme, me analizo y luego corrió a mi.
La conocí porque mamá me había mostrado miles de fotos de ellas, los brazos de Marie me afixiaban, pero aun así me aferre más a ella.
Luego una tercera persona se unió al abrazo. Mama había dicho que lilly casi nunca mostraba sus sentimientos, pero al mirarla dudaba que fuera la misma persona que mama había descrito.
Sus ojos estaban llorosos, y reflejaba tristeza y emoción a través de ellos.
Permanecimos abrazadas por un buen rato hasta que lilly se separo.
—Estas viva— Repetía Marie.
Yo asentí emocionada y le di un beso en su mejilla.
—Bienvenida a casa Juliett— Dijo lilly.
Entonces me di cuenta, limpio sus lágrimas antes que todos la miraran, sonrió nerviosa y me volvió a dar un ligero abrazo.
Me presentaron a sus respectivos novios, ambos me parecieron adorables, ellas habían sacado la lotería con esos chicos.
Estaba bastante ansiosa porque llegara el momento en el que Violetta entrara por la puerta. Esperaba que todo estuviera como deseabamos, y que de ese momento en adelante todo surgiera bien.
El ruido de un vaso chocando con el suelo me saco de mis pensamientos. Me gire para encontrarme con unos ojos azules clavados en mi.
Vi sus labios moverse y decir algo que no logre descifrar, sonreí tímidamente y no aparte mi mirada de él.
Me sentí incómoda cuando me di cuenta que me estaba observando.
— ¿Violetta? — preguntó con voz ronca.
—Hola, ese no es mi nombre — Respondi. — Soy Juliett — Se quedo un instante ahí sin decir o hacer nada.
Me dieron ganas de reír al ver su cara pero no era el momento.
— Eddie ella es una de mis hijas menor, gemela de Violetta — Dijo mamá.
—Se suponía que había muerto, pero no, ella está viva— Siguió papá.
Asintió. Se acerco mas a mi y me sonrió tímidamente.
—Hola, soy Eddie, bienvenida— me dijo. Entonces supe quien era, el novio de violetta, y el hijo de jason.
Estrecho su mano con la mía y eso me puso un poco nerviosa.
—Mucho gustó.
—Igual.
Hiba a decir algo mas pero me interrumpieron.
— Esta aquí.
Esas palabras me pusieron aun mas nerviosa, en un movimiento rápido sentí unos labios besar mi mano. Eddie me miro y le sonreí, quiza lo hizo para que yo lo estuviera nerviosa, pero al contrario solo me puso aún más.
La puerta principal se abrió tan rápido que no pude hacer nada más que esperar que ella entrara. Entro una hermosa chica por ella, le seguía un chico y por ultimo entro ella.
Ahí estaba violetta.
Su cabello le pasaba arriba de sus hombros, se le notaba cansada pero a la misma vez feliz. Ahí estaba la mitad de mi que perdí hacia muchos años atras.
Con su mirada recorrió a cada una de las personas que estaban ahí, estaba confundida y se le notaba.
¿Como me sentía?
Bueno, mis manos estaban sudando y sentía que estaba apunto de desmayarme, aun creía que era un sueño más y que despertaría en algún momento, pero mi interior me decía que no, que era mi hogar y que era la realidad.
Mis lágrimas salieron rápidamente cuando su mirada se detuvo en mi.
Una coneccion de miradas.
Ojos llorosos.
El cuerpo temblando.
Y dos almas que se acababan de reencontrar .
Su rostro se volvió aún más confunso pero más serio.
—¡Esto es una muy mala broma! — Dijo con la voz quebrada y molesta.
Di unos pasos alfrente.
Sus ojos no se apartaban de los mios, pero a medida que me acercaba los de ellas crecian más a punto que ya casi se le salían.
—No letti, no es una broma. Estoy viva— Le dije.
Ella se tapó su rostro con sus manos, negaba con su cabeza hasta que la escuche sollozar. No soporte más estar lejos de ella y la abraze, ella tardo en reaccionar y entender que pasaba pero al final me devolvio el abrazo. Su cuerpo temblaba en una forma que me asustaba, aunque la entendía, yo tampoco podía dejar de llorar.
Me aferre más a ella, porque solo eso me importaba en ese momento, su compañía, tenerla conmigo, verla, observarla, aprender de ella, reconstruir nuestra relación y recrear lo que nos fue arrebatado. Lo demás, sobraba, nisiquiera vi a los demás, nadie se acercó a ella ni a mi, al contrarió cuando me separe de ella no había nadie viéndonos ni alrededor de nosotras.
Ella me miró.
—Juliett— Negó varias veces sin mirarme y luego empezó a ver a todos lados — No, no, no, esto es un sueño, o peor me estoy volviendo loca.
—No, claro que no— Dije mientras agarraba su rostro para que me mirará — Esta es la realidad gemela, y eso es lo que importa.
—¿Como es posible?— Sonríe con melancolía recordando que si no fuera por Keven yo no estaría con ella.
—Es una larga historia.
Tomo mi mano rápidamente y me arrastro hasta la habitación, cerro con llave y se sentó en la cama haciéndome un espacio para que yo hiciera lo mismo.
—Tenemos toda la vida para que me digas.
Cuanto escuche esas palabras vi en ella la esperanza que tenia en sus ojos, esa que le decía que hiba a vivir muchísimos mas.
Le conté todo, desde el inicio, le hable de Keven, me desahogue con ella sabiendo que entenderia lo que yo sentía.
—Es muy triste— Me dijo. La mire directamente y luego de un suspiro con lágrimas asentí — Pero estoy segura que si el hizo todo eso por ti es porque realmente te amaba. El cuida de ti desde el cielo, y yo, yo estaré agradecida con él porque gracias a que te salvo pude volverte a ver.
—Esa es mi esperanza Letti, se que esta todos los dias conmigo, el vivirá por siempre aqui— Dije tocándome mi pecho izquierdo, donde se supone, esta el corazón.
El tiempo se nos hizo poco ah ambas, cuando vimos la hora eran pasada las tres de la madrugada, no me extrañaba haber pasado todo ese tiempo y no haberlo sentido.
—Buenas madrugadas— Me dijo cuando estábamos en la cama, abrazadas y envueltas por la misma sabana.
—Te veo en unas horas.
Cuando le dije eso le di un beso en su mejilla y cerré mis ojos para caer en un profundo y tranquilo sueño, porque en ese momento me sentía feliz.
Quiza jamas volvería a ser la misma, y quiza la ausencia de Keven en mi vida me marcaría para siempre, pero estaba dispuesta a disfrutar la segunda oportunidad que tenia gracias a él.
Ese dia, esa madrugada después de muchos años, me sentí realmente feliz y completa, aunque era consiente que me faltaba una pieza, y quiza nunca volvería a verlo pero el recuerdo jamas se iría de mi mente y de mi corazon.
Sobre todo siempre amaría a ese chico con cabello rojizo que me salvo cada vez que pudo.
Porque era el amor de mi vida.
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Violetta
Teen FictionElla sabe que una enfermedad le arrebató sus ganas de vivir, le arrebató sus sueños, ella no sabe que vive en una mentira. Ellos saben que el dolor la destruye día tras día, y que ella no los quiere lastimar, ellos saben que ella puede morir en cual...