Violetta

11

Capítulo 11— Feliz Cumpleaños.

Me desperté por una fuerte música que sonaba por todo el lugar, mi humor no era el mejor en esos momentos, ví el reloj que hacía cerca de mi cama, nisiquiera eran las doce y media ¿Quien en sus cinco sentidos ponía música alta a esas horas?. Me levanté muy enojada de mi cama, me dirijí al balcón de mi habitación que era donde provenía la música. Hiba a gritar, juro que lo hiba a hacer, no lo hice porque mi cara se desfiguró al ver a mis padres, hermanas, cuñadas, novio y un grupo de cantantes en el jardín, todos estaban cantando. Seguramente mi expresión no fue la más grata de el mundo.

Despierta niña despierta, mira que ya amaneció, ..(«¿ya amaneció? Son las 12 de la noche, eso no es amanecer») refunfuñe.

Cuando terminaron de cantar les lanze un beso de agradecimiento, dí un bostezo, y cuando hice el intento de cerrar la ventana para volver a dormir escuché la voz de mamá.

—Baja— Grito, el enojo volvió a mi, si bien era mi cumpleaños y todo eso pero podían haber esperado a que fuera de mañana, todos sabían que odiaba dormirme tarde o estar despierta después de las doce y que sólo lo hacía si la situación era necesaria.

El detalle de cantar para mí significo mucho, realmente cada unos de ellos se esforzaban por tratar de hacerme feliz, o por tratar de demostrarme cuanto me amaban, y estaba segura que como ya habia abierto mi corazón hacia ellos, hiban a aprovechar cada situación para mostrarme lo feliz que estaban ante lo ocurrido.

Baje muy rápido las escaleras, todos estaban ahí a excepción de Hanna y Héctor, regalos y un cartel de feliz cumpleaños Jeannette invadían la sala, sonreí al ver como mi familia había planeado todo eso.

—Feliz cumpleaños a mi niña—Dijo mamá con lágrimas en sus ojos— Dieciocho años, ya estás grande— Me abrazó. 

—Si mami, gracias— Fueron las únicas palabras que logré formular, la emoción me superaba.

Todos y cada uno me felicitaron, me abrazaron y me bromearon (como siempre).

—Feliz cumpleaños Jeannette— Dijo mi novio. Puse mis ojos en blanco, el sabía que casi nadie me decía asi.

—Gracias Alexander— Agradecí.

El sonrió.

Observé su rostro detalladamente, desde ese lunar que estaba en su mejilla hasta sus ojos azules como el mar.

—¿Te gusta mi lunar?— Preguntó con un tanto de orgullo. Levanto y bajo las cejas repetidas veces.

—Yo tengo muchos también— Ataque. Se acercó mucho a mi a manera que casi nada nos separaba.

—Algún día voy a contar cada uno— La picardía que salió en esas palabras me hizo sonrojar.

—Vamos— corregí.

—Te quiero pequeña— Dejo un beso en mis labios, luego beso mis mejillas repetidas veces hasta que alguien tomó mi hombro y el de el.

—No enfrente de mi— La seriedad de sus palabras nos dejó claro que todo hiba enserio.

—Abre los regalos violetta—- Demandó lilly.

—Los abro en la mañana ahorita mi cama me llama— Camine o hice el intento pero Marie tomo mis manos antes de poder marcharme.

—Violetta ábrelos— Rogó.

—Esta bien, los abriré— puse mis ojos en blanco.

Me acomode en un sofá mientras todos me rodeaban. Pasaron el primer regalo que era el de mi papá.