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Capitulo 29 - Confesiones.

Lilly

-Bien, como quieran- Dijo Violetta muy enojada.

-Violetta tranquilízate porfavor- Trato de decirle Teo pero solo se ganó una mirada enojada de ella.

-¡¿Cómo quieren que me tranquilize?!- Elevó la voz alterada- Esa fingió doblarse su tobillo para que ¡Mi! Novio le ayudará- Mi hermana casi tiraba llamas en cada palabra.

Cuándo abordamos el avión una chica rubia que iba al otro extremo no le quitó la mirada a Eddie. Violetta lo noto pero no dijo nada, cuando bajamos del avión ella se posicionó frente a nosotros y cuando ya casi llegamos a la salida se tiró al suelo dramatizando que se había lastimado el tobillo. Eddie como un buen chico la ayudó y desde ese momento ella no lo dejo ir, haciendo que Violetta se enojara.

-Chicos- Escuché la voz de Eddie- Ana me dijo que no pueden recogerla ¿Creen que podemos llevarla?- Dijo.

Ví como Violetta se convirtió en un tomate.

-¿Ana?- Lo interroge a la misma vez que eleve mis cejas.

-Si ese es su nombre-Puse mis ojos en blanco. El me miró mal, tomo la mano de Violetta y la alejo de nosotros para hablar con ella.

-Eddie es un poco distraído aveces- Me Susurró Pat mientras yo observaba como ellos dos peleaban.

-Distraído es poco- Le contesto Hector.

Les hice una seña con la mano para que cerraran sus bocas y me dejaran escuchar a Violetta y Eddie (aunque no les escuchaba nada).

-¡Quédate para ayudarla entonces!- Grito ella alterada.

Lo peor fue verla correr hacia un taxi y subirse, ninguno la detuvo, el carro emprendió su camino desapareciendo por las calles de París. Mire muy molesta a Eddie, todos esto había pasado por una rubia sin modales.

-¿Adonde habrá ido?- Me Preguntó Marie con su voz apunto de quebrarse.

-No tengo idea.

-Si no la hubieras echo enojar- Le dijo enojada Hanna a Eddie.

-Yo solo queria ayudar.

-No es una excusa- Dijo con resentimiento Héctor.

-Bien lo siento mucho pero lo importante ahorita encontrarla.

Y todos estábamos enojados con el, Violetta tenía muchos defectos, obviamente como todos los seres humanos, pero ella tenía uno que la hacia traer consecuencias malas: actuar sin pensar.

Ella nunca pensaba bien las cosas cuando estaba enojada, solo se dejaba llevar por lo que sentía, no importaba si era bueno o malo lo hacía, y en ese momento había cometido algo muy grave. Solo a ella se le ocurría escaparse en una enorme ciudad que ni ella ni nosotros conocíamos.

-¿Entonces Eddie?- Escuché una chillante voz. Encare a la rubia que lo estaba viendo con mucho deseo recargado, me dió náuseas.

-El viene con nosotros y no hay espacio en el carro- Dijo Hanna antes que él- Aparte su novia nos está esperando.

Me dieron ganas de reír.

Pero me puse seria.

-Lo siento mucho Ana, suerte con tu pie- Dijo Eddie. Luego se nos adelantó y entró al carro que nos estaba esperando a nosotros.

Cuándo nos acomodamos todos pensé donde podía estar mi hermana, yo tenía la suerte de tener una buena mente para pensar y se me vino una hipótesis que rogaba que fuera cierta.

ViolettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora