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Capítulo 7- ¡Si quiero ser...!

—Llegamos.

—Ya conozco este lugar—. Dije mientras observaba aquel lugar.

—Si yo sé.

No podía creer que me había llevado al mismo lugar donde nos dimos nuestro primer beso. Era un bello lugar donde habían muchas flores y la naturaleza resplandecía.

—Bien, te traje aquí porque necesitamos hablar y hasta este momento no hemos tenido la oportunidad— Agarró mi mano y me hizo caminar junto a él.

—Si tienes razón nesesitamos hablar.

—¿Has terminado de leer ya?

—Si— Dije.

—ah, bueno ¿y qué... pien..sas?

—Eddie— dije en un susurro. Me miró unos segundo y luego me tomo de mi otra mano para ayudarme a subir, nos sentamos en unas raizes de árboles.

—Bien entonces es hora de aclarar todo— Dijo.

—Antes de todo nesesito que me escuches tu a mi.

—Creo que ambos nesesitamos escuchar el uno al otro, pero está bien empieza tu.

—Estoy nerviosa de verdad muy muy nerviosa—. Murmulle—. Escúchame.

—Esta bien, pero tranquila— Posicionó su mano en mi espalda.

—Eddie ¿recuerdas hace tres años que falte al colegio por un mes?

—Si ¿estabas de viaje no?.

—En realidad no, esa fue la una excusa para ocultar la verdad— Fijé mi mirada en el cielo.

Estaba a punto de revivir ese momento donde me di cuenta de la maldita enfermedad. Iba a revivir ese momento de dolor donde me di cuenta que mi vida nunca más sería normal.

—¿Que verdad?

—Mi verdad Eddie, la razón por la que me aleje de todos, la razón de mi rechazo hacia ti.

—Pense que me rechazabas porque no te gustó el beso.

Sonreí, «Si supieras cuanto me gusto»...

—No seas tonto, fue mi primer beso y fue lo más bonito que me pasó, suponía que tú pensabas eso pero no, no fue por nuestro beso.

—Estoy confundido.

—Dejame hablar entonces.

El asintio.

—Bien Ese día de el beso ¿recuerdas te dije que me sentía bastante mal? —Volvio asentir— Al día siguiente tuve un desmayo muy repentinamente y cuando desperté estaba en el hospital y no entendía nada pero lo peor fue ver a mis hermanas y a mis padres ahí junto a mi, ellos estaban llorando y yo no sabía porque, en ese momento estaba conectada a muchas aparatos y apenas tenia fuerza para abrir mis ojos ellos me dijeron que yo había estado apunto de morir—. Cerré mis ojos porque aunque intenté no demostrar debilidad las lágrimas salieron sin mi permiso.

—¡Queeee!— Gritó —¿como que estuvistes a punto de morir?

—Tranquilo, Porfavor. Bien esa fue una devastadora noticia para mí pero la que seguía fue peor, yo estaba enferma, estoy enferma—. me corregí, el me miro confundido— Eddie la vida es muy injusta y eso lo eh pensado desde que me di cuenta que quizá no voy a llegar a tener cincuenta años, o que nunca voy a poder tener bebés, que nunca voy a hacer mis sueños realidad y me duele, me ah dolido desde el día que me entere que la leucemia esa estúpida enfermedad está en mi cuerpo, en mi sangre y que me ah matado día tras día.

ViolettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora