Capitulo 32– Mi perfecta chica.
Eddie.
¿Cuánto tiene que esperar uno para que le consigan un jugo de naranja y una rosa? Bueno a mí me tocó esperar más de una hora.
Me había levantado con las ganas de darle una linda sorpresa a Violetta, pero el personal del hotel me habían echo esperar una eternidad, por suerte ella era bien dormilona y estaba seguro que aún estaba dormida.
—Buenos días mis amores— Dije al entrar por la puerta, llevaba la bandeja en mis manos (tenía miedo que se me callera).
Sus ojos estaba llenos de sorpresa y ternura, por lo que ví se acababa de lavanyar ya que tenía su cabello todo revuelto y su coleta floja, sus ojos estaban un poco inchados y sus labios parecían más gruesos de lo normal.
Pero así era ella, era normal que por la mañana su rostro se pusiera un poco inchado de tanto dormir, y yo, yo amaba verla así.
—Buenos dias— Dijó con una hermosa sonrisa en su rostro — Que caballeroso, es un lindo detalle, gracias— Dió un ligero beso en mis labios y después olió la rosa.
[...]
—Iremos a los jardines de Luxemburgo— Le dije a Violetta cuando me pregunto dónde iríamos en nuestro último día.
—Esta bien.
Me quedé recostado en la cama mientras ella se alistaba, no era la típica chica que tardaba horas, Violetta era muy sencilla y yo agradecia eso porque así no la tenía que esperar una eternidad.
Yo sabía que ella se sentía un poco insegura pero yo la veía hermosa con esos jeans y tennis, ese era su estilo y yo no quería que ella cambiara nada de eso, porque esa diferencia la hacia única, aunque ella lo era para mí.
Al llegar al jardín me di cuenta que habían muchos turistas, eso era lo menos importante. Lo mejor fue ver a Violetta emocionarse con cada nuevo tipo de flores que conocía.
Yo debí de admitir que también me encantó aquel lugar, ese aire puro y lleno de vida natural me encantaba, y más amaba verla a ella tan feliz, se quedó un buen rato observando unas hermosa flores violetas, únicas en realidad.
Caminamos y caminamos hasta que llegamos a la fuente Médici. Sí bueno pedí un deseo:
Que Violetta estuviera bien.—¿Te gusta?— Le pregunté al verla observar una flor amarilla.
Ella asintió.
—Son hermosas. Mira hay muchos tipos pero diferentes colores— Me dijo— Algún día tendremos nuestras propia casa y tendremos un enorme y hermoso jardín.
Me sentí feliz al verla tan soñadora, me hacía recordar años atrás.
—Tendremos un gran perro de mascota y nuestros diez hijo jugando por toda la casa.
Se echó a reír y me vio como loco por mis palabras.
—Si, y tendremos fotos de nuestra boda en la pared, también de nuestros diez hijos— Eleve mis cejas ya que era un broma pero si ella quería diez, ¿porque no tenerlos? — Algún día recordaremos cada parte de nuestra vida juntos, les contaré a la futura generación como estuve a punto de perder mi vida, el amor, y a mí familia— Me acerque más a ella y la estreche en mis brazos dándole un fuerte abrazo.
[...]
—¿Recuerdas cuando te caistes de la casa de árbol? — Le dió una mordida a su hamburguesa y luego asintió.
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Violetta
Teen FictionElla sabe que una enfermedad le arrebató sus ganas de vivir, le arrebató sus sueños, ella no sabe que vive en una mentira. Ellos saben que el dolor la destruye día tras día, y que ella no los quiere lastimar, ellos saben que ella puede morir en cual...