Thomas quedó anonadado, sus ojos abiertos como platos y su labio inferior temblando levemente decían más de mil palabras.
Va a explotar.
Cerró sus ojos y juntó sus labios intentando no desquitarse con cualquiera que esté a su lado, sobre todo con la bebé, que continuaba llorando.
Sabía que iba a gritar o hacer algo malo por lo enojado que estaba, así que me acerqué lentamente mientras colocaba mis manos delante de mí por si me golpeaba. Thomas podría ser una persona tranquila, pero cuando se enojaba parecía el demonio de Tanzania en persona.
—¿Tommy? —mala idea llamarlo así, en cuanto hablé su mirada me fulminó de tal forma que daba miedo
Si las miradas matarían, yo ya estuviera muerto y si es posible mañana sería mi funeral.
Pero sus ojos se suavizaron un poco y soltó un respiro.
—Quítamela de encima —en su expresión se notaba que trataba de mantener la cordura
Asentí nerviosamente y tomé a la niña en brazos.
Thomas miró su hombro con aquella sustancia viscosa y golpeó su rostro.
No podía evitarlo, sé veía tan tierno y tan gracioso de esa manera, así que sin querer solté una pequeña risita junto a la bebé. Mi novio nos miró levantando una ceja y sonrió vencido.—No puedo enojarme con ese pedazo de individuo maloliente —dijo aún con la sonrisa en su rostro
—Ve a cambiarte amor —le sonreí y el asintió regresando a nuestra casa
***
—Y bien —dijo Fernanda de pronto—. ¿Cómo se llama esta hermosura?
Me quedé callado con los ojos abiertos como platos mientras pensaba, debía inventarme un maldito nombre ya, pero no sabía cuál. Dios, ¿tan difícil es pensar en un nombre de mujer?
—Ah... se llama Mía —muy bien, ahora me falta el apellido—. Trana... clauta... siona
—¿Tranaclautasiona es un apellido? —preguntó levantando una ceja
—Sí... ah es que ella... viene de África, además su mamá es árabe
—Claro —por el tono de voz que usó, estoy seguro de que no me creyó
Era obvio. ¡La niña era blanca y rubia!
La bebé se acomodó bien en mis brazos dispuesta a dormirse. Se escuchó un pequeño suspiro y en pocos minutos sus ronquidos eran lo único que se escuchaba en la sala.
Un problema menos.
—Será mejor que la dejemos en mi cuarto —dijo Fer—. Así les dejará ir en paz
—Buena idea —nos levantamos y subimos directo a su habitación
—Por lo que veo es muy apegada a ustedes
—Sí —sonreí nerviosamente
—No me imagino cuando tenga que irse, se debe poner muy mal
—Oh... claro
Mientras subía las escaleras pensaba en lo que Fernanda me había dicho, ¿se pondrá mal? ¿La bebé? Por favor, apenas nos conoce menos de dos días y no creo que un bebé pueda sentir amor hacia alguien.
No tiene a nadie, debe estar asustada y debe extrañar a su mamá. De seguro y te ve como su nuevo padre ahora. Me dijo mi mente y automáticamente sacudí mi cabeza.
Pero yo no podía ser su padre. Soy muy joven como para hacerme cargo de una hija.
Entramos a su oscura habitación, ella me indicó con su dedo que dejara a la bebé en la cama. La recosté delicadamente y la cubrí con una manta. Sonreí al verla, se veía tan tierna que me daban ganas de comérmela con nutella. Acaricié su pequeña cabeza lentamente mientras la miraba con ternura.
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Dos tontos y un bebé (Dylmas)
RandomUn par de tontos y un bebé en pañales que llegó inesperadamente a su hogar. ¿Serán capaces de cuidarl@? ¿O lo echarán todo a perder? ----------------------------------------------------------------------- Esta historia es COMPLETAMENTE mía no se ace...