Mis ojos se llenaron de lágrimas. No lo podía creer, mi hija, mi pequeña se encontraba frente a nosotros, sus ojos llenos de tristeza y soledad; traía el vestido rosa con el que había venido aquí, pero estaba muy sucio y maltratado. Su dedo se encontraba en su boca y sus ojos clavados en nosotros, al parecer estaba sorprendida. Sus ojitos se humedecieron, un pequeño gimoteo se escapó de sus labios y una sonrisa se formó en su rostro, mostrándonos sus encías sin dientes.
—¡PAPÁ! —gritó contenta y corrió hacia nosotros
Lo hacía sin problema, ya sabía caminar bien, no se tambaleaba como solía hacerlo cuando estaba con nosotros, había aprendido a caminar y yo me lo había perdido.
—¡PAPÁ! ¡PAPÁ!
—¡Mi amor! —exclamé y me acerqué a ella junto a Thomas
—¡PAPÁ! ¡PAPÁ! ¡PAPÁ! —decía contenta mientras corría hacia nosotros
Cuando los tres nos acercamos lo suficiente, lo primero que hice fue tomarla en brazos y levantarla por los aires, mientras ella lloraba, sonreía y decía: "¡PAPÁ!" todo el tiempo. La abracé con todas mis fuerzas y ella rodeó mi cuello con sus bracitos como solía hacerlo antes de dejarla aquí, en este lugar tan horrible. Extrañaba tanto que hiciera eso, la había extrañado demasiado, me hacía falta escucharla balbucear, llorar y reír por cualquier tontería que hacía, y ahora estaba satisfecho, por fin tenía la dicha de volverla a ver y sobretodo de poder abrazarla de nuevo, sentir su pequeño cuerpecito entre mis brazos era suficiente para que el mundo volviera a estar bien otra vez. Thomas se unió al abrazo, prácticamente me abrazó a mí mientras acariciaba la espalda de la bebé.
—¡PAPÁ YLAN! ¡PAPÁ YLAN! —besó mi mejilla un montón de veces y yo hice lo mismo, ella rió—. ¡PAPÁ DYLAAAN!
Parecía que no se lo creía, la sonrisa no se iba de su rostro, estaba muy feliz, al igual que yo, y quien no, después de todo parecía que había pasado días terribles aquí, al pensar eso me abofeteé mentalmente un montón de veces.
Noté que levantó su mirada curiosa, en busca de algo, luego sonrió con la mirada clavada en un punto fijo, de seguro estaba mirando a Thomas.Y no me equivoqué.
—¡PAPI OMMY! —gritó de pronto y se lanzó a sus brazos, Thomas la abrazó y ella escondió su cara en su cuello—. ¡PAPI OMMY!
—Ya estás a salvo, pequeña —le susurró y besó su mejilla—. Perdóname bebé. Perdóname por lo que te hice
No podía dejar de llorar, Thomas se veía muy tierno disculpándose con Olla, quien lo miraba contenta, parecía que no le importaban sus disculpas, sino el hecho de que estuviéramos juntos otra vez.
—Papi —le dijo acariciando su mejilla, como intentando decirle que estuviera tranquilo
—Te quiero mucho, chiquita
—Vayamos a casa
Estábamos a punto de salir de aquella oscura y fría habitación que me provocaba escalofrío, cuando de repente, la puerta de entrada se abrió de golpe, dejándonos ver a una monja muy mayor, su cara demostraba enojo total. Sentí como la sangre se me congelaba al verla, rayos, si no hacíamos algo, nos descubrirían las demás mojas. Olla comenzó a gimotear y se abrazó del cuello de Thomas, parecía que le tenía miedo.
—¿Ustedes qué hacen aquí? —nos preguntó confundida
—No... no... —decía mi bebé mientras la señalaba—. Mala, mala
—Dejen a esa niña de inmediato —dicho esto se acercó a Thomas e intentó quitarle a la bebé de las manos, pero él no se dejó—. ¡Deja a la niña! —el grito de la vieja fue tan espantoso que Olla comenzó a llorar
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Dos tontos y un bebé (Dylmas)
RandomUn par de tontos y un bebé en pañales que llegó inesperadamente a su hogar. ¿Serán capaces de cuidarl@? ¿O lo echarán todo a perder? ----------------------------------------------------------------------- Esta historia es COMPLETAMENTE mía no se ace...