Capítulo 58

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Me quedé callado, mirándola con tristeza, sus ojos demostraban absoluta melancolía, dolor y curiosidad. Suspiré y la atraje hacia mí, la senté sobre mis piernas y la abracé, como si fuera una bebé. La miré y besé su frente delicadamente. Me quedé callado un momento mientras miraba el suelo, no sabía qué responderle, tenía miedo de que no me creyera la misma mentira que le decía sobre Thomas, tampoco quería romper su corazón con la verdad.

—No lo sé —susurré con la voz quebrada—. La última vez que la vi, me dijo que te cuide bien —le mentí

—¿A dónde se fue?

—Ella trabaja en Londres —carajo Dylan, ¿qué diablos estás diciendo?—. Trabaja para que tú puedas tener todos los juguetes que quieras. Pero escúchame, Britt es tu mami ahora

—Ella no es mi mamá —me dijo seriamente, su mirada demostraba absoluto odio 

—Pues ahora lo es

—No papá, ella nunca será mi mamá, la odio

—Pero, ¿por qué?

—Porque ella te alejó de mí —musitó y guardé silencio

—No voy a mentir, debo decir que tienes razón —tomé su pequeña mano y la besé—. Lo siento, ¿sí? Te prometo que no volverá a pasar

—¿Me lo juras? —levantó su meñique y lo junté con el mío

—Lo juro —besé su frente

—¿Dónde es Londres papá?

—Uy, muy lejos

—¿Podemos ir algún día a buscar a mi mamá? —me preguntó con tanta inocencia que sus palabras me rompieron el corazón

—Clau, pero es muy caro —le mentí, ni loco pisaba Londres, ¿y si por alguna razón me encontraba con Thomas allá?

—Pero yo quiero verla —dijo con tristeza—. He dicho que no me importa tener juguetes, mi papi Tommy sigue sin volver y ella está muy lejos de mí, yo solo quiero estar con ellos por lo menos unos minutos —sus ojitos se llenaron de lágrimas—. Ya tengo todo... solo me faltan ellos

Conmovido, la abracé y dejé que llorara sobre mi pecho, no podía creer que tan pequeñita tenía que sufrir tanto solo por dos personas que no supieron valorarla.

Me levanté de la cama con ella en mis brazos y comencé a cantarle en el oído, la canción que Thomas siempre solía cantarle:

A pesar de todo el peligro,
a pesar de todo lo que puedo hacer.
Voy a hacer cualquier cosa por ti,
cualquier cosa que quieras,
si vas a ser fiel a mí.

A pesa de todos los dolores de cabeza,
Que me puedas causar,
Voy a hacer cualquier cosa por ti,
cualquier cosa que quieras,
si vas a ser fiel a mí.

Voy a cuidar de ti
como nunca he hecho antes.
Voy a seguir todos los demás
de tocar a tu puerta.

—Oye papá —dijo cuando se calmó un poco

—¿Qué pasa mi amor?

—Quería preguntarte algo sobre mi papi Tommy

—¿Qué cosa?

—¿Es cierto que nos abandonó?

Otra vez me quedé frío, ¿cómo es que sabe eso? ¿Quién se lo dijo? Esta vez sí que no sabía qué inventarme, temía que llegase este día, nunca quería que me preguntara eso. ¿Qué le digo?

—No —volví a mentir y acaricié su mejilla—. Él nos ama, él nunca haría eso, ¿por qué lo preguntas?

—Por nada, olvídalo —se abrazó a mi cuello y recostó su cabeza en mi hombro—. Vi en la tele un programa... sobre un papá que abandonaba a su hijo —su voz se escuchaba nerviosa

Dos tontos y un bebé (Dylmas)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora