Dos tontos y un bebé (Dylmas)

Capítulo 41

—¡Dylan! Necesito hablar contigo —exclamó Jeff al momento que entré al set de grabación

Me acerqué a él lentamente, ya que Claudia se encontraba a mi lado tomando mi mano y caminar junto a ella era demorarte dos horas para avanzar una cuadra.

—¿Qué ocurre?

—Mira, estuvimos analizando los personajes de la serie, su vestimenta, su forma de ser y etcétera, entonces pensamos que tu personaje, Stiles, se vería mejor con el cabello súper corto

—¡¿Me van a cortar el cabello?! —exclamé tomándome la cabeza y él asintió—. ¡No! ¡¿Por qué?!

—Dylan, no es mi culpa, es parte de tu contrato, por algo te vamos a pagar tanto dinero, tienes que hacer esos sacrificios

Suspiré y me tomé el puente de la nariz, por más que no quería, no tenía opción y debía hacerlo, el cabello puede crecer de nuevo, pero todo el dinero que me pagarían no lo gano ni trabajando toda mi vida. Finalmente asentí con la cabeza rendido y él sonrió.

—Bien, ahora ven por aquí, te cortaremos el cabello para que estés listo para tu primer día de rodaje

—Diablos, ¿tan rápido? Pensé que tendría por lo menos un día para disfrutar de mi cabellito

—Mañana grabarás, Dylan, es obvio que hoy debes hacerlo

Hice una mueca y lo seguí, antes de eso ya había cargado a Claudia para poder caminar más rápido. Llegamos hasta un cuarto que poseía un montón de equipos de peluquería y maquillaje y Jeff me indicó una silla para que me sentara en ella, pero primero, caminé hasta un sillón que se encontraba cerca de la silla.

—Quietita aquí, mientras a papá le podan la cabeza, ¿sí?

—No —respondió mientras se llevaba un dedo a la boca y me sonreía

—Anda Clau, no te portes mal aquí

—No papá —otra vez esa sonrisita burlona en su rostro

—Vas a necesitar ayuda —pegué un brinco en cuanto escuché la voz de alguien, giré sobre mis talones y vi a Hoech entrando con una leve sonrisa—. ¿Quieres que la cuide? 

—Por favor —supliqué juntando mis manos en forma de plegaria, el asintió y cargó a Clau, quien de inmediato rió al ser elevada por los aires

—Ty... Tyler despacio, aún es una bebé —hablé nervioso

—Ah no pasa nada —la colocó a la altura de su rostro y besó su mejilla, a continuación se sentó en el sillón para sentarla en su regazo y comenzar a jugar con ella—. La vaca Lola, la vaca Lola...

Sonreí sin despegar mi vista de él, caminé hacia la silla donde me cortarían el cabello y me senté en ella. De inmediato, una chica morena y muy amable llamada Elizabeth llegó y me cubrió desde la barbilla hasta mis piernas con una capa de color negro muy brillante. Solté un suspiro y la chica comenzó con su trabajo. Podía ver cómo mi cabello caía en grandes cantidades al suelo, Elizabeth manejaba las tijeras de una manera increíble y rápida. Hice una mueca al verme con el cabello corto, en ese momento supuse que había terminado, pero no, después tomó una máquina y la pasó por mi cabeza varias veces. Escuché un sonido de asombro por parte de Claudia y la vi con sus manos en su boca muy sorprendida, Tyler también me miraba, pero no en el mismo estado que mi hija, en cambio él se limitó a levantarme su pulgar para indicarme que todo estaba bien, le sonreí y regresé mi vista hacia adelante. La chica continuaba haciendo maravillas en mi cabello, mientras que yo me lamentaba internamente por lo que estaba haciendo, comenzaba a odiar mi nuevo corte. Bufé en cuanto la chica terminó y me retiró la capa, me levanté de la silla y sacudí mi ropa. Me miré al espejo y cubrí mi rostro, me veo horrible.