—¡Qué incómodo!
Giré mi cabeza y vi a Thomas con la mirada clavada en el asiento de adelante, su respiración comenzaba a hacerse más notoria, sus labios estaban juntos y sus cejas juntas.
Qué dramático.
—Dámela —dije tomando a la niña—. No sabes cuidar bebés. Ahora duerme pequeño Tommy
—¿Y tú?
—También dormiré, ya verás como
—Oh, está bien. Hasta más luego
Depositó un beso en mi nariz y se acomodó en el asiento para dormir, yo también lo hice, solo que a diferencia de él, abracé a la niña como si de un peluche se tratara. Al hacerlo, ella despertó soltando algunos quejidos, pero después de musitar varios: "Shhh, shhh, shhh" se abrazó a mi cuello y se volvió a dormir. Suspiré, gracias al cielo se había dormido, no quería que hiciera un escándalo aquí en el autobús con muchas personas dentro que esperan viajar en paz y sin llantos irritantes como los de esta bebé.
Minutos más tarde, el sueño me venció y quedé profundamente dormido.
***
Mis ojos se abrieron en cuanto sentí una fuerte sacudida.
—¡A DESAYUNAAAAAAAR! —gritó el busero, lo que provocó que la niña despertara
—¡A comer! —exclamó Thomas
Me levanté de mi asiento, sintiendo cómo mi trasero se acalambraba con cada paso que daba. Por eso detesto viajar, el maldito trasero te duele como si te lo hubieran aplastado brutalmente, e incluso dejas de sentirlo. A esto definitivamente lo llamaría: lo que callamos los pobres.
—Me duele el trasero —dijo Thomas desde atrás
—¿Te lo masajeo?
Recibí un golpe como respuesta.
—Tomaré eso como un no
Bajamos del bus y de inmediato la luz del sol cegó mis ojos, provocando que me cubriera la cara con una mano.
—¡Dios, qué brillante! —exclamé y caminé hacia una pequeña tienda que estaba frente a nosotros
Al llegar ahí, me senté en una de las mesas y Thomas fue a traer la comida.
La niña comenzó a chuparse el dedo y a babear como si fuera un grifo de agua. Segundos más tarde, mi novio regresó con dos tazas de café y el biberón de la niña.—Gracias Tommy —le sonreí y acomodé bien a la niña sobre mis piernas para poder beber mi café
Tomé un pedazo de pan y me lo llevé a la boca para después beber el café hirviendo. Mientras masticaba, tomé el biberón y se lo di a la niña, volví a beber del café mientras sostenía a la bebé con el otro brazo. Con esta misma mano tomé el biberón y lo mantuve en la boca de la niña. Thomas me miró y sonrió levantando una ceja.
—¿Qué? —le pregunté con un pan en la boca
—Te ves muy tierno. Pareces una mamá luchona
Rodé los ojos y le tiré un pan en su rubia cabellera.
—¡Dylan no desperdicies el pan!
—Te lo merecías
—Saca el babero, la niña se está ensuciando
Asentí y me agaché al lado opuesto del que sostenía a la niña para abrir la pañalera, eso sí sin mover mi mano del biberón.
La niña comenzó a gimotear y gritar, al parecer estaba incómoda, y no la culpo.
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Dos tontos y un bebé (Dylmas)
RandomUn par de tontos y un bebé en pañales que llegó inesperadamente a su hogar. ¿Serán capaces de cuidarl@? ¿O lo echarán todo a perder? ----------------------------------------------------------------------- Esta historia es COMPLETAMENTE mía no se ace...