Caminamos por las calles del pueblo, la gente era muy normal y tranquila a diferencia del pueblo anterior en el que estuvimos, se veía más alegre, el sol iluminaba las calles que de alguna manera nos daba gusto de caminar por ahí. Pequeñas casas y algunos árboles cubrían las calles, los niños jugaban alegres y los adultos cuidaban de ellos o trabajaban.
—Pa... pa... pa... pa... pa... pa... —balbuceaba la bebé observando a todos, luego de dos balbuceos más, estornudó
Una señora algo mayor caminaba hacia nosotros lenta y tranquilamente, traía una sombrilla y unas gafas de sol. Thomas se le acercó.
—Disculpe, ¿dónde queda el orfanato Caritas sonrientes? —le preguntó y nos miró raro
—De aquí caminan cinco cuadras y giran a la izquierda, y de la esquina a la derecha
—Muchísimas gracias
Continuamos caminando, con cada paso que daba sentía una ligera sensación de miedo y culpa, no sabía el por qué, pero creo que me daba pena dejar a la niña ahí después de todo lo que habíamos pasado.
En todo el camino ninguno dijo palabra alguna, mi vista estaba fijada en el piso y mis brazos apretaban a la pequeña contra mi pecho.No, no, no Dylan, ¿en serio te encariñaste con ella?
Ya casi llegábamos, mi corazón comenzó a latir con fuerza, el orfanato estaba ahí, Olla se quedaría en menos de media hora.
—Tommy
—¿Qué?
—El pañal —mentí para buscar una excusa para quedarnos con ella más tiempo
—Cámbiala, yo iré a espiar
—Ah ok
Al llegar ahí, me senté en una banca que había cerca del lugar y fingí cambiarle el pañal a la bebé. Sin querer observé la canasta que habíamos comprado hace algunas horas de camino al pueblo, el dolor de estómago regresó por el miedo, sacudí la cabeza y me enfoqué en lo que estaba haciendo. Cuando abrí la pañalera, observé el vestido rosado que le habíamos comprado Thomas y yo, y recordé que nunca se lo habíamos puesto, por lo que lo saqué y ella rió contenta.
—Vaya me leíste la mente —giré mi cabeza al escuchar la voz de Thomas
—¿Por qué? —le pregunté acomodando el vestido y mirando a la princesa que tenía frente a mí
—Porque te iba a decir que le coloquemos el vestido para que vaya elegante a su nuevo hogar
Yo sólo sonreí ante su afirmación, tenía muchísimas ganas de llorar. Le coloqué sus zapatos negros brillantes y le ayudé a bajarse para que caminara hacia Thomas, quien se agachó a su altura y le hizo una señal para que avanzara hasta él. La bebé dió dos torpes pasos, mientras abría y cerraba sus manitos varias veces, extendiendo sus brazos hacia él con una sonrisa en su boca; se calló dos veces, pero con cada caída se levantaba y continuaba con su torpe caminata hacia Tom. Estuvo a punto de caer, sin embargo, Tommy fue más rápido y la atrapó. La tomó en brazos y se sentó a mi lado en la banca.
—No voy a mentir, pero echaré de menos a la bola de pelos —dijo Thomas mientras la hacía jugar con su osito de peluche—. O... ¿cómo era?
—Olla —sonreí levemente al darme cuenta de que sonaba muy tonto
—Eso, Olla
Sonreí nuevamente y sentí cómo mis ojos ardían debido a que las lágrimas se acumulaban en ellos, los limpié de inmediato y la miré.
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Dos tontos y un bebé (Dylmas)
RandomUn par de tontos y un bebé en pañales que llegó inesperadamente a su hogar. ¿Serán capaces de cuidarl@? ¿O lo echarán todo a perder? ----------------------------------------------------------------------- Esta historia es COMPLETAMENTE mía no se ace...