Capítulo 23

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-¡Dios no puedo con tanto! -chilló Kaya desde adelante

-¿Cuándo fue que crecieron? -Ki simuló limpiarse una lágrima-. Se ven muy lindos

Sonreí y abracé a Thomas.

-Dámela, la tía Kaya quiere cargarla

Asentí y le extendí la bebé, quien soltó un pequeño quejido mientras mostraba su cara llena de horror al verla vestida así, al parecer pensaba que mi amiga de verdad era una de esas malvadas monjas del orfanato, sin embargo, ella era todo lo contrario.

-Tranquila amor, aquí estoy, no te pasará nada -tomé su pequeña mano y ella apretó fuerte uno de mis dedos y siguió quejándose-. Ya bebé, ya, nadie va a llevarte otra vez

-Tranquila pequeña, no soy una monja malvada, soy tu tía vestida de monja malvada, que no es malvada, porque solo es un disfraz

-¿Qué? -exclamamos los tres, incluso la pequeña estaba confundida

-Olvídenlo, idioma de monjas

Pude notar que Olla miró curiosa a Kaya, parecía que le tenía miedo, pero al ver la gran sonrisa de mi amiga, también sonrió y se llevó un dedo a su boca.

-Tata -balbuceó y Kaya rió

-Di Kaya, Kaya

-¡Baba!

-No, Kaya. ¿Ka?

-Ka -balbuceó ella

-Ya

-Ca

-No dulzura, Kaya

-Caca

Los tres soltamos una carcajada.

-Soy Kaya no Caca, Caca son tus papás -le dijo señalándonos

-No... papá... papi

-Toma esa -le dije a mi amiga sacándole la lengua y ella rodó los ojos

-Mejor dámela, O'Brien

Kaya tomó a mi hija en brazos y la sentó en su regazo. La pequeña la miró y sonrió, luego tomó la palanca de cambios, subió sus manos al radio, al aire acondicionado y de vuelta a la palanca, Ki la miró de reojo y achinó sus ojos -más de lo que ya los tenía- mostrando una sonrisa en su rostro.

-¿Quieres ayudar al tío Ki a conducir, pequeña Olla? -acarició sus mejillas y regresó su vista al frente

Olla rió, su vista se clavó en el bolso de Kaya, metió su mano en él y sacó de él su celular rosa, el cual apegó a su oreja, enseguida, Ki detuvo el auto para ver sus ocurrencias tranquilamente y así no provocar un accidente.

-¡Baba! ¡Tata... gaya dada! -sonreí en cuanto me miró-. Papá, papi

-Awww eres tan hermosa, si pudiera te comería con Nutella -exclamó mi amiga abrazándola y Ki se la quitó de las manos

-No te comerás a mi sobrina -le dedicó una mirada asesina-. Ay pero, ¡qué linda niña! ¿Me recuerdas pequeña? Soy el tío Ki

Olla lo miró y de inmediato comenzó a quejarse y a moverse inquietamente sobre el cuerpo de mi amigo, al parecer lo asustaba o simplemente no se sentía a gusto con él.

-Tómala, antes de que comience a llorar -Ki me la dio y de inmediato la bebé se abrazó a mi cuerpo como si su vida dependiera de ello

-Tranquila -dijo Thomas acariciando su pequeña cabeza, ella lo miró con miedo-. Ellos son tus tíos, no te harán daño, nadie más te hará daño, ¿sí?

Dos tontos y un bebé (Dylmas)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora