Capítulo 14

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—Tommy eso no va a funcionar—le dije mientras observaba cómo intentaba empujar el auto con mucho esfuerzo

—¿Por qué mejor no te callas y me ayudas?—me miró furioso

—No puedo, estoy cargando a la niña

—¿Y? Ya casi puede caminar, que nos ayude a empujar también

—¿Ya olvidaste que por dejarla sola una vaca nos persiguió para matarnos? ¿Quieres que te persiga otra vaca? ¿Tal vez un tierno corderito?

Suspiró.

—Maldita chatarra—dijo y pateó el auto

—Vayamos a pie, queda muy poca distancia

—No nos queda de otra

Sacamos todas nuestras maletas del auto y lo dejamos ahí, dándonos igual por lo que le pasara, sobre todo a mí, igual era el auto de la tipa con la que mi novio me engañó, así que me valía, además así ya no nos culparían por robo. Cinco minutos después de caminata, la bebé comenzó a llorar, olfateé su pañal, olía a mil demonios, por lo que caminamos hacia una roca para cambiarla ahí. En cuanto le quité su pantalón, tanto a Thomas como a mí nos dieron arcadas. TODA SU ESPALDA, BARRIGA Y PIERNAS ESTABAN CUBIERTAS DE CACA.

—Maldita sea, niña, ¿qué comiste?—ella solo me miró con sus ojitos llenos de lágrimas ante mi pregunta

Con la mano tapando su nariz, Thomas me indicó un lago que se situaba a nuestro lado derecho.

—Bañémosla ahí

Asentí con la cabeza y tomé a la niña, eso sí, estirando mis brazos para alejarla de mí, es que ¡el olor era terrible! al llegar a la orilla Thomas retiró el pantalón mientras le daban varias arcadas.

—Esto ya no sirve, y no pienso lavarlo—dijo tirando el pantalón lleno de caca por lejos—. De todas maneras hoy o mañana nos despediremos de ella

Me quedé con los ojos abiertos como platos, ¿hoy o mañana? ¿Tan rápido? No iba a mentir, pero una sensación de tristeza me invadió y no sabía el por qué.

—Dylan, ¿me estás escuchando?

—¿Qué? —dije al salir de mis pensamientos

—Digo que me ayudes a quitarle su camiseta

—Oh sí —la coloqué en el piso y tomé sus brazos para que no cayera, Thomas tomó con asco el borde de la camiseta y la retiró

Ahora venía lo más feo, mi novio tomó los adhesivos del pañal y los despegó, con mucho cuidado -tratando de no embarrarse-, en cuanto el pañal estuvo afuera, lo tiró por lejos.

—¡Al agua, al agua, ahora! —chilló y le dio otra arcada, esta vez una más fuerte de lo normal

Rápidamente sumergí a la bebé en el agua, al principio se quejó, pero después comenzó a reír. Por suerte el agua no estaba muy fría, además el calor intenso que hacía, le ayudaba a que no sintiera frío.

—Sostenla un momento

—¿Para qué? —me preguntó

—Sólo sostenla —dicho esto, se acercó y la sostuvo con asco

Me saqué mi camiseta junto a mis zapatos y mi pantalón, quedando solo en bóxer.

—Dylan no te me pongas de goloso aquí por favor —Thomas pasó su lengua por su labio mientras me observaba

—Voy a meterme con ella, tonto

Thomas asintió con la cabeza, demostrando que había entendido. Me senté a la orilla y metí los pies en el lago, sumergí mi cuerpo hasta que el agua llegó a mi pecho, me acerqué a la pequeña y la tomé en brazos, alejándola un poco de mí.

Dos tontos y un bebé (Dylmas)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora