--------------------------------------------------Dos semanas después-------------------------------------------------
Abrí los ojos de golpe al escuchar el llanto de Claudia, miré el reloj y bufé, domingo 15 de marzo de 2009, cinco quince de la madrugada, genial, una noche más sin dormir bien. Corrí hacia su habitación y encendí la luz, ahí estaba ella en su cuna, llorando y retorciéndose levemente, descargando todas sus fuerzas en su potente llanto. En cuanto la tomé en brazos lloró aún más fuerte, por lo que la dejé ahí mismo. Se paró apoyándose en el filo de la cuna y me miró desesperada, parecía que me quería decir algo.
—¿Qué te pasa? —susurré pero no hizo nada, y era obvio, no me iba a responder porque aún no sabía hablar
—Papá... Papá —decía con dificultad
—¿Qué tienes, hija? ¿Qué tienes? —ya me estaba preocupando, nunca antes había pasado esto
Toqué sus mejillas, estaba hirviendo, solté un sonido de asombro y de inmediato corrí al teléfono. Marqué el número de un doctor y le expliqué lo que Clau tenía, como respuesta me dijo que la llevara a su consultorio, por lo que rápidamente me coloqué un jean, una casaca negra y unos zapatos deportivos. Corrí de vuelta a la habitación de la bebé, guardé lo necesario en la pañalera y le puse un poncho a Claudia para el frío, no perdería el tiempo colocándole otra ropa. Nuevamente lloró más fuerte cuando la cargué, pero no tenía remedio, debía hacerlo así no quiera. Bajé rápidamente las escaleras y salí a la calle a buscar un taxi.
***
—Mírelo usted mismo —me dijo el doctor enseñándome los brazos de Claudia
—¿Qué cosa? —pregunté intentado descifrar a qué se refería
—Quemaduras
Abrí los ojos como platos y mi boca tomó la forma de una O, era verdad, sus brazos estaban teñidos en un ligero color rojo, mientras que parte de su hombro estaba blanca.
—Normalmente esto se da cuando a los niños se los expone mucho tiempo al sol sin ningún cuidado
—¡Pero siempre le pongo protector solar antes de salir! —exclamé y él continuó revisando a mi hija
—Entonces debe ser porque la piel de su niña es sensible, por lo general ocurre en los bebés de un año o dos, ¿cada cuánto tiempo sale con ella a la calle?
Todos los días, carajo.
—Amm, pues... no es una cosa que digan que bruto cuánto que sale a broncearse esta niña... mmm, yo diría que unas cuatro veces a la semana
—¿Lo ve? Imagínese si saliera todos los días —tragué saliva—. Debe evitar sacarla a la calle por lo menos por una semana, nada de salidas, nada de sol, nada de eso
—¿Y si no lo hago qué pasa? —pregunté con la voz temblorosa
—Puede experimentar quemaduras más graves, así que sea precavido que aún es pequeña, en el futuro podría experimentar problemas más graves
Asentí con la cabeza mientras acariciaba la cabeza de mi hija. Dios, ¿por qué a mí me pasa todo esto?
***
El timbre de una vídeo llamada proveniente de la computadora que se encontraba a mi lado interrumpió mis pensamientos, por lo que me levanté de golpe para contestar. Era Kaya.
—¡HOOOOOLAAAA! —escuché su grito y sonreí
—Hola Kaya, ¿cómo has estado?
—¡BIIIIEEEEN! —gritó mientras giraba en una silla con rueditas—. ¿Cómo vas con...? ¡AAAAAAH! —solté una carcajada al ver que se cayó de la silla—. ¡No te rías, tonto! ¿Cómo vas? ¿Ya conseguiste empleo?
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Dos tontos y un bebé (Dylmas)
RandomUn par de tontos y un bebé en pañales que llegó inesperadamente a su hogar. ¿Serán capaces de cuidarl@? ¿O lo echarán todo a perder? ----------------------------------------------------------------------- Esta historia es COMPLETAMENTE mía no se ace...