--------------------------------------------------Semanas después------------------------------------------------------
Narrador omnisciente:
—Papááááá —Dyylan despertó de una merecida siesta al escuchar unos pasitos y la voz de la pequeña que amaba tanto, abrió sus ojos lentamente y lo primero que vio fue la silueta borrosa de su hija con algo cuadrado en sus manos
—¿Qué? —fue lo único que pudo articular puesto que recién había despertado
—Mira lo que tengo aquí —y una sonrisa muy grande se formó en su rostro mientras le enseñaba la figura cuadrada y borrosa
—No veo, ¿qué es? —se incorporó en la cama y tomó lo que la niña tenía en sus manos
—Es la bolsa de maquillajes que me regaló mi tía Holland en navidad
—Oh, bueno, ve a maquillar a Kaya, porque papá está cansado —dicho esto, el castaño dejó la bolsita a un lado y se tumbó sobre las sábanas otra vez
—Ay papá, no seas aburrido, mi tía está cocinando y me dijo que viniera a molestarte a ti, porque estaba muy ocupada como para jugar conmigo
Maldita Kaya, pensó.
—Amor, en serio estoy cansadísimo, prometo jugar contigo más lueguito
—Pero yo quiero jugar ahora
—Reina Claudia ya te dije que no —el tono de voz de su padre la asustó, así que decidió no molestar más y regresar con Kaya
—Tía...
—¿Te dijo que no? —giró sobre sus talones para mirarla y la niña asintió—. Déjalo
—Pero de verdad quería usar mis maquillajes
Kaya pensó durante unos segundos mientras cortaba en pedacitos un tomate riñón, y cuando una idea macabra atravesó por su cabeza, sonrió y se acercó a la pequeña, luego se arrodilló a su altura y acarició su carita.
—¿Por qué no lo maquillas dormido?
—¿Dormido? —la mayor asintió—. ¿Y si se enoja?
—Para nada, no lo hará. Anda, déjalo guapo, yo te doy permiso —le guiñó un ojo y la niña asintió dudosamente
Subió las gradas pensando en la reacción que tendría su padre, muy en el fondo tenía miedo, pero también le daba gracia imaginar la cara que haría cuando Dylan se viera al espejo. Entró al cuarto sigilosamente y abrió su bolsita, sacó las sombras, y con una brochita, esparció el color morado sobre los párpados de Dylan, lenta y delicadamente, para que su papá no despertara. Contuvo la risa cuando espació sombra azul sobre sus cejas, tomó el labial fuxia y lo colocó en los labios, en ese momento recordó que Kaya siempre pintaba sus mejillas para que también tuviesen color, así que aplicó labial en las mejillas de su padre... y un poco en su nariz para que combinara, por suerte, Dylan era de sueño pesado y nunca abrió un ojo.
Ya estaba, se veía radiante, definitivamente su padre amaría su nuevo estilo.
La niña guardó todas sus cosas en su bolsita y regresó a la cocina para acompañar a su tía.—¿Lo hiciste? —le preguntó y la niña asintió—. ¡Esa es mi niña!
Había pasado una hora desde que Claudia se lució maquillando a Dylan, Kaya había terminado de hacer la cena y le había pedido a su sobrina que le ayudara a poner la mesa para comer. La chica caminó hacia la sala para tomar el teléfono y hacer una llamada, sin embargo, al ver al cartero dejando correspondencia en su buzón, detuvo todo lo que iba a hacer y decidió despertar a su amigo, puesto que este se encontraba ansioso por que la correspondencia llegara, la aceptación a una nueva película podía estar en alguna de esas cartas que estaba dejando el cartero.
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Dos tontos y un bebé (Dylmas)
RandomUn par de tontos y un bebé en pañales que llegó inesperadamente a su hogar. ¿Serán capaces de cuidarl@? ¿O lo echarán todo a perder? ----------------------------------------------------------------------- Esta historia es COMPLETAMENTE mía no se ace...