—Dyl
—Déjame
—Has pasado una hora mirando la canasta, vamos a casa ya
—No puedo... la abandonamos y eso no me lo voy a perdonar —dije mientras pasaba mis dedos por el filo de la canasta
—Si vas a seguir con tus berrinches, por mí está bien, haz lo que quieras
Sorbí mi nariz y tomé el unicornio de peluche, su unicornio, el que le había comprado con mucho cariño para ella, lastimosamente, la maldita monja no se lo llevó con ella. Abracé el peluche y olfateé su olor. Nunca lo olvidaría. Miré la puerta del orfanato y pensé en varias formas para entrar, pero no se me ocurría ninguna, todas traerían consecuencias, y sabía que si iba allá con la excusa de que quería adoptar a la bebé, Thomas no iba a querer o la monja me daría a otra niña. Rendido, después de estresarme con demasiados pensamientos, me levanté del piso y miré a mi novio con los ojos vidriosos.
—Vámonos —sorbí mi nariz y miré por última vez el orfanato
Él asintió y sonrió, tomó mi mano y juntos caminamos directo al terminal para tomar un autobús.
***
Miraba a la ventana atento, extrañaba sentir un pequeño bulto entre mis brazos que se moviera inquieta y balbuceara cosas sin sentido. Extrañaba su carita tan tierna y sus ojitos azules.
—Dyl tranquilo —me decía Thomas mientras acariciaba mi espalda lentamente, tal y como me gustaba que lo hiciera cuando estaba triste
—La extraño, Tommy —dije con mi vista clavada en la ventana
—Ven aquí —me hizo una señal para que me acercara y eso hice, recosté mi cabeza en su pecho y lo abracé, necesitaba consuelo
Sin embargo, mi mala suerte cada vez era más grande, ya que la canción The Reason retumbó en mis oídos en cuanto el chofer alzó el volumen de la radio.
Sé que no soy perfecto
Hay tantas cosas que no quise hacer
Pero sigo aprendiendo
Hoy solo sé que yo te hice sufrir
Quiero que sepas antes de partir—Puta madre —susurré y tapé mis oídos
Que hoy por fin encontré
Una razón para mi
Para cambiar lo que fui
Una razón para seguir
La razón eres tú—¡Apaguen esa cosa! —exclamé y me escondí en el pecho de mi novio
—¿Qué tiene?
Suspiré.
—Hubo una noche en la que tuve que cantarle esa canción a Olla para que dejara de llorar, tú no estabas, esa noche nos peleamos
—Oh lo recuerdo
Nadie dijo ni una palabra más, ambos nos dedicamos a escuchar la letra de la canción y su melodía.
Perdón por lastimarte
Es algo que jamás podré olvidar
El dolor que sentiste
Sólo quisiera poderlo borrar
Para decirte toda la verdadMi vista estaba clavada en el suelo, sin querer una lágrima escapó de mi ojo derecho, recordar esa noche solo hería más mi corazón. Poco a poco sentí que me quedaba dormido, mis ojos pesaban, había llorado más de una hora y no había dormido bien desde que la bebé llegó a nuestro hogar, por lo que caí en un profundo sueño.
***
—Amor. Dyyyl —escuchaba la voz de Thomas a lo lejos—. Bebé, despierta
Abrí mis ojos y lo primero que vi fue a Thomas sonriéndome, ¿acaso estaba en el cielo? Porque estoy viendo un hermoso ángel frente a mí.
ESTÁS LEYENDO
Dos tontos y un bebé (Dylmas)
RandomUn par de tontos y un bebé en pañales que llegó inesperadamente a su hogar. ¿Serán capaces de cuidarl@? ¿O lo echarán todo a perder? ----------------------------------------------------------------------- Esta historia es COMPLETAMENTE mía no se ace...