Capítulo 8

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El despertador hizo que abriera mis ojos de golpe, de inmediato me ardió la vista. Los ojos me pesaban, me sentía muy cansado, no había dormido casi nada, creo que Thomas y yo habíamos dormido como tres horas, ni más, ni menos. Nos sentíamos de lo peor, es terrible no dormir, te duele el cuerpo, lo sientes pesado, te sientes cansado y sin ganas de vivir, la cabeza te duele y los ojos te arden como si tuvieras un par de limones en ellos.

Flashback:

-Dylan, ¿en serio tenías que reírte como foca retrasada? -Thomas me fulminó con la mirada mientras mecía a la bebé

-Perdón -me senté a su lado-. Duérmete niña, duérmete ya, que Tommy y yo tenemos que trabajar, duérmete niña, duérmete ya, que después Tommy me castrará

-No funciona

-¿Y si tiene hambre?

-Podría ser. Sostenla, iré a preparar su leche

Thomas colocó a la niña en mi regazo y salió de la habitación, la recosté en mi hombro y comencé a pasearme con ella mientras intentaba cantarle una canción de cuna. Pero nada funcionaba.

Al cabo de varios minutos, mi novio regresó con el biberón en su mano, se sentó a mi lado y lo acercó a la boca de la bebé, quien de inmediato lo bebió con desesperación.

Era eso, tenía hambre.

Cuando por fin se durmió, ambos soltamos un pequeño grito de celebración. Me levanté con ella y caminé directo a la cama.

-Mejor déjala en la caja -sugirió Thomas-. Hoy quiero dormir entre tus brazos

-Sí yo también. Buena idea -si dos pasos hacia atrás y caminé directo a la caja, en donde estaban su osito, su unicornio nuevo, las colchas y una almohada, la recosté ahí dentro y regresé a la cama, en donde Thomas ya estaba acostado

Me recosté a su lado y lo abracé contra mi pecho. Suspiré satisfecho, al fin tenía algo de paz junto a Thomas.

-Descansa Tommy

-Descansa Dyl

Ambos nos habíamos quedado profundamente dormidos, hasta que después de media hora, escuchamos nuevamente el llanto de la bebé.

-Puta madre -susurró Thomas

-Ve tú

-Ah no jodas anda tú

-No, debemos decidir esto como gente mayor -me senté en el espaldar de la cama, mi novio hizo lo mismo-. Piedra, papel o tijera, un, dos, tre... -no pude seguir hablando ya que Thomas me dio un golpe en la cara

-¿Es esa la manera en la que tomamos una decisión?

-Es lo más rápido que podemos hacer, ¿quieres dormir o no?

-Buena esa

Sólo bastó una partida para que Thomas me ganara. Rodé los ojos mientras el rubio reía, maldito hasta cuando se ríe es bien hermoso.

Me bajé de la cama y tomé a la niña en brazos, olfateé su pañal, no olía a popó, pero sí a orina, por lo que fui a buscar unos pañales y la cambié sin dificultad alguna, era más fácil cuando se hacía del uno y no del dos. La volví a dejar en su caja, ya se había dormido después de todo. Sonreí con victoria y regresé a la cama para nuevamente abrazar a Tommy.

Una hora después, escuchamos su llanto nuevamente nos despertó.

-Te toca -dije contra la almohada

Después de diez minutos, el llanto paró completamente y Thomas volvió a la cama.

-¿Qué quería?

Dos tontos y un bebé (Dylmas)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora