Canción Del Corazón: (Samantha).

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Mis ojos no se separan de los suyos, notando su boca ligeramente abierta por la sorpresa que le causa verme junto a papá, y el hecho de que no grite ya dice mucho de su estado de ánimo. También estoy un poco sorprendida, por primera vez en mi vida, veo a mi madre en un look tan relajado. Cabello suelto, vestido playero de color azul sin mangas y sandalias azules con detalles blancos que hacen juego con su vestuario. Sonrío con dulzura y toco suavemente el micrófono para hablar.

—Para que toda nueva alma llegue al mundo se necesitan a dos personas. Así toda niña tiene su propio padre, y yo quería conocer al mío. Está la canción la compuse junto a él. De verdad espero que les guste.

Asiento a papá para que comience a tocar las primeras notas, rasgando suavemente las cuerdas. Comienzo a cantar:

Pozo oscuro y profundo
¿Cómo he de salir?


Muéstrame el camino
para contemplar de nuevo
el bello azul del cielo.


Sola con la esperanza,
era cómo me hallaba,
cuando el camino encontré
y sin dudarlo lo tomé.

Ahora brilla el cielo.
Ahora brilla el mar.
Ahora la alegría se ha de multiplicar.

Estaba sola con la esperanza,
pero, ahora que el camino encontré,
sin dudarlo continuaré,
por favor, guíame por el
que sola no podré.

Comienzo a rasgar las cuerdas de mi guitarra apurando un poco el tempo mientras veo tocar a papá y lo escucho cantar:

Aquí estoy para ti,
mi pequeña princesa.

Toma mi mano
para no perdernos.
Mi hermosa luna,
mi estrella polar,
quédate conmigo
para contemplar de nuevo,
el color azul del cielo.

Brilla el cielo,
canta el mar,
que la alegría se puede duplicar.

La esperanza brilla más
cuando junto a mí estas.

Deja de cantar para seguir rasgando la guitarra. Toco con él manteniendo una sonrisa que no se quiere borrar mientras siento que todo a mi alrededor desaparece. Nada importa, solo estamos él y yo.

Sola ya estoy
pues tu compañía me hace bien.

No te preocupes,
no te dejaré.

Cuando estamos juntos
todo es mejor.

Brilla mi cielo,
canta mi mar,
ahora mi alegría
se acaba de triplicar.

La esperanza no se acaba,
ella aumenta con la fe.
Ahora que te encontré...

Tu mano nunca soltaré.

Rasgamos suavemente las cuerdas disminuyendo el ritmo, hasta que cantamos juntos el final:

Note soltaré, ahora que te encontré...

Papá toca los últimos acordes y me sonríe. Había olvidado que estábamos tocando para un público hasta que han empezado a aplaudir frenéticos cuando hemos terminado de tocar. Sonrío al público, encontrándome con los marrones ojos húmedos de mamá que me parten el corazón por un segundo hasta que ella sonríe. Está algo rota y desganada, pero está sonriendo. Baja la mirada a su celular para escribir y se vuelve a poner sus gafas para irse. Papá toca mi hombro llamando mi atención mientras sonríe. Le devuelvo la sonrisa y lo abrazo.

—Gracias papá, por todo. —Susurro.

Asiente mientras acaricia mi cabello, se pone de pie tomando mi mano para saludar al público y caminamos de vuelta a la parte de atrás de la tarima. Siento vibrar mi celular, por lo que me aparto para leer el mensaje de mamá:

Mamá dice: Me gustó volver a escuchar la voz de tu padre y esa guitarra. Tenemos que hablar Samantha. Te veré mañana.

Respiro profundo y guardo el celular en el bolcillo trasero de mí pantalón. No sé qué pensar.

— ¡Bien hecho Mantha! —Grita Tyler tomándome de la cintura para alzarme y dar vueltas conmigo —. Estuvo increíble. —Me deja en el suelo.

—Gracia, me gusta saber que te gustó.

—Pues no fue el único. En serio me encantó. —Dice una chica bonita parada junto a Tyler.

—Gracias, es bueno escucharlo. —Digo algo desubicada.

—Sally ella es Mantha, la chica de la que te hablé. —Presenta Tyler.

—Por fin nos conocemos, él no deja de hablar de ti. Soy Susana Sullivan, amiga de Tyler. —Dice extendiendo su mano.

—Samantha Harrison. Es un placer conocer a la mejor asustadora de Monster Inc. —Bromeo algo relajada.

Ambos ríen divertidos, pero yo siento que sobro.

—Eres graciosa. ¿Quieres ir con nosotros a un juego del festival? —Pregunta Susana.

—Susana tiempo sin verte. —Dice mi papá reparando en la presencia de la chica.

—Señor Harrison, ¿Cómo ha estado? —Saluda ella con confianza.

—Excelente, ¿quieren venir a la fiesta en mi casa? Es una tradición que había olvidado. —Dice papá sonriendo.

—Seria increíble, vamos todos. —Digo animada.

—Claro. Vamos Tyler. —Dice ella halándolo por la mano.

Siento el pecho ligeramente apretado, junto con una sensación de enojo. Papá golpea suavemente mi entrecejo ganándose una mirada curiosa de mí parte.

—La arruga siempre te delata. Solo son buenos amigos. —Dice y pone su mano en mi hombro para hacerme caminar.

La arruga solo aparece cuando me molesto, y si lo pienso bien, me recuerda a aquel sentimiento que tuve cuando le hice una broma pesada a Tyler. Más que enojo, creo que me siento celosa. No puedo creerlo. Tyler me gusta, y no es algo que debió pasar.

Mi Padre es un CasanovaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora