Escucho las olas romper en la orilla, abro los ojos encontrando el techo del camarote y sonrío sin evitarlo. Afuera el día ha comenzado con más brillo del que recuerdo sintiendo la alegría invadir mi pecho. Haberme declarado no estaba en mis planes, pero era lo mejor. Su rostro sonrojado al escucharme fue algo que no me esperaba, pero eso confirmó que era correspondido. Recuerdo lo que pasó anoche, y esta vez es mejor, porque no estaba ebrio. Volteo la cabeza al lado derecho de la cama encontrándolo vacío, pero tibio al tacto.
—Buenos días. —Dice Valerie desde la puerta con mi camisa puesta mientras sonríe de forma brillante.
—Buenos días. —Digo sentándome y la llamo con un dedo.
Ella se acerca y la tomo de la mano para abrazarme a su cintura. Se sorprende un poco, pero corresponde soltando una suave carcajada.
—Cuando no me viste a tu lado, ¿creíste que me había ido? —Pregunta traviesa.
—No es mi culpa. Tienes antecedentes. —Respondo y alzo la mirada —. ¿Sabías que te ves muy bien en las mañanas?
—Yo siempre me veo bien. —Responde mientras se sienta en mis piernas pasando las suyas a cada lado de mis caderas —. No me voy a ir Blake, no otra vez. —Asegura con seriedad.
— ¿Cuándo tienes que volver a Nueva York? —Pregunto malicioso.
Ella hala de mi cabello haciendo que me acueste con ella sobre mí. Doy una vuelta rápida para besarla y ella corresponde de inmediato. El celular comienza a sonar en alguna parte, pero lo ignoro hasta que ya no hay ruido, pero vuelve a sonar de nuevo y ella rompe el beso.
—Será mejor que contestes. —Dice un poco molesta.
A pesar de que quiero protestar, me levanto y alcanzo mi celular con la llamada perdida de Harold. Suelto un suspiro porque sé que no tengo más opción.
—Me tengo que ir. La responsabilidad hecha persona me estaba llamando. —Respondo comenzando a vestirme bajo la atenta mirada de ella.
—Entiendo, llevar una empresa no es fácil. —Dice ella levantándose para vestirse.
No pierdo detalle de su cuerpo cuando se quita mi camisa haciéndome tragar saliva. Ella ríe divertida cuando me la lanza y guiño un ojo como respuesta mientras me acerco para besarla. Ríe un poco más cuando la acuesto y mi celular vuelve a sonar.
—Tienes que irte. —Dice aferrándose a mí.
—No importa, puedo llegar con la excusa de que una bella rubia me distrajo.
—Pero es culpa de ambos. —Dice sin soltarme.
El sonido del celular se vuelve insistente, y aunque no quiera, termino separándome de ella nuevamente. Ambos nos terminamos de arreglar contra nuestras verdaderas intenciones. Ella se acerca para arreglarme la corbata como solía hacerlo, haciéndome sonreír nostálgico.
—Parece un sueño. —Susurra.
—Entonces no quiero despertar. —Digo tomándola por la cintura —. Enserio Val, ¿Cuándo vuelves a Nueva York?
—Si no hay ningún tipo de inconveniente que amerite que Vincent venga a buscarme, puedo irme la semana que viene porque Sam tiene que ir a la escuela. —Responde mientras pasa sus brazos alrededor de mi cuello.
—Entonces disfrutemos esta semana, los tres solos ¿qué dices? —Propongo.
Ella finge meditar una respuesta haciéndome sonreír divertido. La acerco un poco más besando su cuello, sintiéndola erizarse por mi tacto.
—Blake, no me dejas pensar. —susurra hundiendo su mano en mi cabello.
—Solo di que sí. —Digo torturándola un poco más.
—No, porque si lo digo, te vas a detener.
—No lo haré, solo lo pospondré hasta la siguiente ocasión.
—Entonces sí. Sería bueno pasar tiempo los tres juntos. —Dice segura y decide tomar posesión de mis labios.
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Mi Padre es un Casanova
Short StoryÉl pestañea y yo también. Tiene una gran mueca de sorpresa en su rostro, y yo no. Solo nos vemos fijamente procesando la información que acabo de soltarle... Toda niña tiene su propio padre. Y yo quería conocer al mío.