—Ya hemos llegado Sami. —Dice Harold estacionando frente a un palacio.
La entrada consta de una valla elegantemente hecha que da paso a un amplio jardín con hermosos árboles, arbustos y césped muy bien cortados y cuidados. El palacio consta de tres pisos contando el ático. Por fuera las paredes están decoradas con ladrillos, las ventanas resaltan con una estructura curva de color blanco y la entrada consta de tres escalones con pequeñas plantas a los lados, con columnas talladas y una gran puerta de madera. Sabía que en algún momento vería el enorme alcance de la familia Harrison pero, ver cómo ha gastado una parte en este palacio, se siente intimidante, solitario y frío.
Suspiro bajando del auto mientras me cuelgo la mochila al hombro. Harold me acompaña hasta la puerta, de donde sale, una señora más o menos de la edad de Harold.
—Harold, ¿es cierto lo que me dijiste por teléfono? —Pregunta incrédula, casi en un susurro.
—Sí Margaret. —Responde Harold poniendo su mano en mi hombro —. Ella es la hija del señor Harrison. Prepárale una habitación y que halle acomodo en la casa.
—Claro, tendrá todo lo que necesita. —Responde la señora viéndome.
Me oculto atrás de Harold por instinto. Esta señora intimida un poco con la mirada.
—Blake y su padre vendrán a hablar con ella más tarde. —Harold me acerca a la señora y ve su reloj —. Éntrenla hasta entonces, yo debo volver a la oficina.
—Cuidaré de ella hasta que lleguen, no te preocupes. —Dice Margaret.
—Hasta luego señorita. —Se despide Harold caminando hacia el auto y sale rápidamente del lugar.
—Hasta luego. —Digo alzando la mano y viendo cómo se aleja.
Escucho un suspiro a mis espaldas, y al voltear, puedo ver la sonrisa de la señora.
—Ya sabes que mi nombre es Margaret, ¿Cuál es el tuyo? —Pregunta amable.
—Samantha, pero puedes decirme Sami o Sam. —Contesto igual de amable.
—De acuerdo señorita Sami, ¿le gustaría entrar a la casa? —Señala el palacio.
— ¿Eso es una casa? —Pregunto sarcástica —. Pensé que era un palacio.
Margaret me mira sorprendida para después soltar una carcajada divertida. Me sonrojo por la vergüenza de saber que se ríe por lo que he dicho, creo que me he dejado en evidencia. Abro los ojos como platos al recordar que Harold dijo que no solo vendría Blake sino también su padre. Tomo mi cabeza. ¡Apenas estoy conociendo a mí padre! ¿Cómo voy a reaccionar cuando tenga a los dos Harrison frente a mí? Niego fuertemente con la cabeza. Tengo que calmarme si quiero pensar rápido. Lo más seguro es que Blake tenga preguntas ahora que sabe de mí, solo debo buscar la forma de contestarlas todas sin que estas señalen a mi mamá. Bajo los brazos rendida. No calculé que esto sería más difícil de lo que pensé. Todavía escucho risas por parte de Margaret pero, al subir la mirada, puedo ver que no solo es ella la que se ríe sino todo el personal.
—Perfecto, ahora soy una diversión. —Susurro.
—Lo sentimos mucho señorita, es que su rosto es todo un catálogo de muecas y gestos graciosos. —Dice Margaret divertida —. ¿Desea entrar? —Pregunta una vez calmada señalando el palacio.
Hago un puchero, cruzo mis brazos y alzo la barbilla.
— ¿Para qué se vuelvan a reí de mí? Claro que sí, entro encantada. —Digo sarcástica fingiendo molestia.
El rostro de todos se tornan preocupados y temerosos, dándome una imagen divertida.
—Sentimos mucho si la ofendimos. —Se disculpa Margaret.
Pongo mi mano sobre mi boca para retener la carcajada mientras Margaret me observa preocupada. Y no lo resisto más, suelto la risa divertida a todo lo que dan mis pulmones.
—No soy la única que tiene un catálogo en el rostro. —Me burlo —. Sus caras fueron todo un poema.
Todos reímos divertidos y sigo a Margaret al interior de la casa. Tal parece ser que me equivoqué con ella, es una señora muy divertida.
![](https://img.wattpad.com/cover/117069141-288-k424503.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Mi Padre es un Casanova
NouvellesÉl pestañea y yo también. Tiene una gran mueca de sorpresa en su rostro, y yo no. Solo nos vemos fijamente procesando la información que acabo de soltarle... Toda niña tiene su propio padre. Y yo quería conocer al mío.