El comienzo y el Final: (Valerie).

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(Hace varios años)

— ¡Blake! —Grité viéndolo caminar mientras ignoraba mi llamada —. ¡Blake! —Volví a gritar, pero obtuve los mismos resultados. Así que me quité el zapato y se lo arroje con fuerza, golpeando el centro de su espalda.

— ¡Valerie! ¡¿Estás demente?! —Se quejó él mientras se quitaba un audífono.

—No, y escúchame cuando te hable. —Dije cuando estuve cerca de él, riéndome de cómo intentaba tocarse el área adolorida —. ¿Todavía estás preocupado por tu nota de música?

Él suspiró tomando mi zapato y se hincó de rodilla para ponérmelo. Estaba intentando evitar tocar el tema, pero como nunca pudo librarse de mi intuición, no le quedó otra opción que verme a los ojos mientras se ponía de pie y se despeinaba el cabello.

—No me importa mucho porque no es una materia principal, pero es mi favorita, así que... —Explicó nervioso y su celular sonó con insistencia haciendo que soltara un suspiro molesto —. Y para el colmo esta chica no para de molestar. —Dijo colgando el celular y lo guardó en el bolcillo.

—Pensé que estabas preocupado porque tu padre quería que te graduaras estando en el cuadro de honor. —Dije comenzando a caminar.

—Cómo si le importara. Esta mañana me dijo que se iba de viaje y que tal vez no volvía para la graduación. —Dijo caminando a mi lado —. ¿Qué hay de tu nota?

—Están bien, seguro paso música. —Dije sonriendo y lo veo fijamente —. Pero estoy preocupada por ti.

Sonrío de medio lado mientras acariciaba mi cabello para alborotarlo.

—Tranquila rubita, ya verás que puedo salir de esta.

—Como siempre. —Murmuré y no pude evitar sonreír —. Cierto, casi lo olvido —busqué un panfleto en mi mochila y se lo mostré —, ¿qué te parece si me ayudas a componer una canción para el festival de música de este año?

—Olvídalo Val, eso es muy molesto. —Se quejó él mientras subía a su auto.

—Aburrido, ni siquiera te gusta intentar cosas nuevas. —Dije cruzando mis brazos y caminé fuera del estacionamiento con Blake siguiéndome en el auto.

—Vamos rubita no te pongas así. —Pidió, pero lo ignoraba —. Sube al auto, no te voy a dejar ir a casa caminando. —Seguía sin decirle nada —. Eres estresante cuando te lo propones. Está bien, compondré contigo, ¿puedes subir al auto?

Sonreí victoriosa e hice lo que me pidió. Pasar el tiempo con él era un constante tira y afloja negociable, pero ambos nos divertíamos. No me quejaba de lo que teníamos, pero sabíamos que era algo que podía mejorar.

Volvimos a clase el día siguiente, cada uno estuvo por su lado en todo el día, pero, a la hora de salir, me tocó buscarlo porque se tardaba mucho y yo quería volver a casa rápido porque tenía hambre. Me dirigí al salón de música puesto que el profesor le pidió presentarse para darle una última oportunidad de mejorar su nota, y cuando llegué, me quedé sorprendida cuando escuché a un chico tocar el piano como si fuera un profesional. Era alto, de cabello y ojos oscuros. No se había percatado de mi presencia, así que me quedé contemplándolo hasta que la melodía se detuvo.

—Se supone que no habría nadie aquí. —Dijo de repente y viéndome fijamente.

—Perdón, estaba buscando a Blake y me quedé sorprendida por como tocabas. —Dije nerviosa.

—Ya me di cuenta, hasta estabas cantando. —Dijo sonriendo mientras se levantaba para acercarse a mí con la mano extendida —. Mucho gusto, soy Shawn.

Mi Padre es un CasanovaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora