— ¿Qué te parece este? —Digo saliendo de los vestidores.
Acabo de escoger un conjunto playero de color azul claro con la espalda un poco escotada. A mí en lo personal me encanta este conjunto por su sencillez y porque resalta muy bien en mi pálida piel.
—Creo que el short es muy corto y, estamos en la playa, llevar la espalda descubierta podría quemarte. No me gusta para ti. —Dice serio.
Ruedo los ojos y respiro profundo mientras trato de mantener a raya una sonrisa divertida al darme cuenta de que está actuando como un padre celoso. Pero en estos momentos no puedo apoyar su decisión porque ha dicho lo mismo de los últimos conjuntos playeros que le he mostrado. ¿Qué es lo que él quiere? ¿Qué vaya a la playa con sweater cuello tortuga, mono deportivo y un manto sobre mi cabeza como si fuera una india? No señor, yo tomo mis propias decisiones.
—Está más que claro que no llegamos a ningún lado, ¿por qué no dejas que yo te escoja algo? —Propone acercándose a mí.
— ¿Qué me da a mí la seguridad de que no me vestirás como si hubiera salido de un convento? —Pregunto de brazos cruzados.
— ¿Me estás desafiando? Yo sé los buenos gustos de las mujeres. —Dice ofendido.
—Claro, para sacar a pasear a los platos desechable necesitas poner algo valioso frente a ellas. —Digo recordando el episodio del día anterior.
El ambiente se ha vuelto incómodo. Está claro que mis palabras se han vuelto un puñal cuando esa no era mi intención, pero se ha dejado ver mi disgusto. Él alborota un poco su cabello y respiro profundo. Sería bueno darle una oportunidad.
—Pondré a prueba tus dotes. —Digo calmada y logro tranquilizarlo —. Quiero algo fresco y juvenil, nada de colores cálidos ni tierra y tiene que compaginar muy bien en mi piel pálida. ¿Podrás hacerlo?
—Puedo hacerlo, espera aquí. —Dice caminando hacia los anaqueles y perdiéndose entre la multitud.
Sonrío divertida y entro en los vestidores a esperar que llegue mi papá. Busco en mi mochila el diario donde tengo anotada toda investigación para descubrir a mi padre. Lo abro en mis piernas para buscar algo en concreto, mi lisa de "Cosas para Hace con Papá". Puede parecer una niñería pero, para alguien que no creció con uno, es algo muy justo querer conocerlo y hacer cosas con él. Sonrío animada porque al fin puedo comenzar a tachar dos cosas de mi lista.
"Que acaricie mi cabello para aminorar mi enojo"
"Ir de compras con él"
Sonrío un poco más, por fin lo tengo a mi lado y puedo hacer cosas con él.
—Sam, pruébate esto. —Dice Blake tras la puerta.
Guardo las cosas en mi mochila y tomo la ropa que me ha escogido para probarla. Es un conjunto playero de color gris con detalles azules. La parte de abajo es una bermuda y la parte de arriba es una sudadera sin mangas. Suspiro puesto que este traje no me convence mucho. ¿En serio ha hecho esto antes, o solo elije este porque se trata de mí? Pruebo quitándome el conjunto azul y me coloco el gris para luego salir de los vestidores.
—Ese está bien. —Dice seguro de sí mismo.
—Esto es todo lo que no te pedí. —Digo tomando la sudadera —. Parezco una cosa rara.
—Claro que no, espera. —Dice lo último trayendo consigo a unas vendedoras —. ¿Qué tal se ve?
—Resalta sus ojos. —Dice una.
—Es el equilibrio perfecta para verse tierna y fuerte. —Dice la otra.
—Y va muy bien con su tono de piel. —Habla una tercera.
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Mi Padre es un Casanova
NouvellesÉl pestañea y yo también. Tiene una gran mueca de sorpresa en su rostro, y yo no. Solo nos vemos fijamente procesando la información que acabo de soltarle... Toda niña tiene su propio padre. Y yo quería conocer al mío.