3. Perfect

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Cinco días habían pasado ya, Joe, se veía más calmado, casi no hablábamos, yo seguía con mi trabajo y él, él no tengo idea, por lo regular se la pasaba en mi habitación en silencio, siempre mirando la ciudad por el pequeño balcón que acompañaba mi habitación. Ya está oscureciendo, el cielo se miraba con sus tonos rojizos mientras el sol bajaba, era muy bonito a decir verdad.

-¿Estás bien? -llegué detrás de él con cuidado-

-Sí, sólo pensaba...quizá mi familia pensó que morí y ni siquiera les importa.

-Oh, mmm, apagué tu celular, y por lo que escuché en esas noticias de espectáculos, todos piensan que algo tienes, ya sabes, nadie te ha visto.

-Pensé que había perdido mi celular. -me miró.

-No quería que tuvieras contacto con alguien hasta que dejes de tener esos arranques... Por cierto, ten.. -le di un dulce que había salido a comprar hace un rato, se preguntarán ...¿Para qué es eso? Para la ansiedad.

-........- sin decir nada, sonrió un poco y lo tomó destapando la envoltura y echándolo a su boca.

Ambos nos quedamos en silencio, mirando el sol ocultarse por completo. Froté mis brazos, estaba fresco pero se sentía bien.

-Estos dulces eran mis favoritos, mamá me compraba un bolsa entera para mí solo, y..-hizo una pausa soltando con gracia- la bolsa se acababa el mismo día que la compraba.

-¿Enserio? -puse cara de asombro, abriendo mis ojos un poco junto con mi boca. También me tocaba ser payaso.

-No me mires así..-soltó una risita corta- te digo que los amaba.

-Ya me di cuenta -asentí varias veces seguidas y reí un poco-

El esbozó una sonrisa.

-Casi no hablamos, deberíamos hacerlo, ya que según veo como van las cosas me dejarás encerrado por un buen tiempo -soltó una risa amarga.

-No te quedarás encerrado, sólo será un par de días, si te dejo salir, se que inmediatamente buscarás tu "salvación" -hice las comillas en el aire.

-¿Trabajaste en algún centro de rehabilitación o algo por el estilo? -se recargó en la barda del balcón.

-No. -No quería hablar del tema.

-Entonces, ¿cómo es que sabes controlarme?

-Sólo lo hago. -me encogí de hombros sin mirarlo-

-Te pude matar... -dijo con arrepentimiento.

-Pero no lo hiciste -le sonreí levemente.

-¿Porqué me ayudas? -me miró.

-Por que quiero hacerlo. -lo miré- ya te dije, soy una buena chica cristiana, en donde su consciencia gana más que su razón.

-¿Eres de aquí?

-No, soy de _______(tp).

-Y ¿qué haces aquí?

-Vine a hacer una maestría..

-¿O sea que tu estancia aquí es hasta que termines?

-Así es..

-¿Y cuánto falta para eso?

-¿Porqué quieres saber?

-Por que se que sí te vas pronto todo volverá a ser igual.

-Un año, ¿dudas estar bien en un año? -lo miré con una sonrisa burlona.

-No lo sé, quizá necesite más tiempo.. -dijo con media sonrisa y mirándome fijamente.

-Lo dudo...-me volteé.

-¿Estás muy segura de que ya no recaeré?

-Más que segura, mira, ya llevas cuatro días sin probar nada..-lo miré de nuevo.

-Tienes razón, es bastante avance.

-Así es.

Ambos guardamos silencio unos cuantos segundos.

-Podrás salir cuando te sientas listo. -dije.

-Pero me acompañarás, ¿cierto? -dijo con preocupación.

-Si tu quieres.

-Sí, si quiero..siempre. -me mira más intensamente que la primera vez.

-Debes aprender a confiar en ti mismo. -lo miré también.

-No te conozco en absoluto, debo conocer más de la chica bonita que me esta ayudando.

El chico me dijo bonita, oooook!

-No soy muy interesante que digamos.

-Claro que sí, debes serlo..

-No, enserio, no lo soy.

-¿Ronda de preguntas?

-¿Qué? -lo miré de nuevo burlonamente.

-Deja de mirarme así, que sean 40!

-¿40? No, que sean 25.

-¿35?

-¡15!

-¡25!

-¡5! -sonreí al ver su cara de derrota ante sólo cinco preguntas.- esta bien 10.

-¿Me queda más remedio?

Sólo negué y solté una risita tonta. ¿De dónde salió eso?.

-Comienzo yo. -dijo.- ¿Qué es lo que estudias?

-Maestría en pedagogía.

-¿Te gustan los niños?

-Son lindos, únicos, con algo que digan te alegran hasta el peor de tus días.

Sonrió.

-Veo que te gusta tu carrera, ¿no?

-Simplemente la amo, es difícil pero vale la pena.

-Yo solía amar la mía...-dijo un poco más serio.

Me di cuenta que de nuevo estaba sintiéndose mal.

-¡Me toca preguntar! ¡Ya llevas tres seguidas!

-¡¿Qué?! Las vas contando? -dijo un cuanto sorprendido.

-Sí, dijimos que sólo 10 -le guiñé a lo cual rió-

-Ok, venga, pregunta.

-Déjame decirte que mis preguntas son muy tontas. -reí- ¿cuál ha sido tu mayor logro?

-Por ahora, te diré que nada, no considero tener alguno.

-Debes de tener por lo menos uno.

-Pensé que lo tenía.

-Segunda pregunta, ¿fresa o vainilla?

-Chocolate. -dijo con una sonrisa.

-¡¿Qué?! ¡Pero si no era opción! -reí un poco y él me acompañó.

-Quería responder chocolate.

-Bien, chocolate.-dije burlándome.

-¿Tienes novio?

-Oh.. ¿Comenzaremos con esas preguntas?

-Si eso quieres.

-¡Yo no lo quiero! -volví a reír- pero no, no tengo. ¡Me toca! ¿Power rangers o tortugas ninja?

-¡¿Qué clase de pregunta es esa?! -dijo exagerando- ¡Por supuesto que Barney!

-¡Oh my god! -comencé a reír sin parar al igual que él.

-Tu risa es simplemente perfecta. -murmuró. Y yo me hice la loca.

-Por Dios, no mientas! -seguimos riendo ambos.

En los cinco días que llevaba conmigo, no lo había visto sonreír así, su mirada reflejaba paz, vida, era perfecto.

Everyday with you is like a song. [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora