La hermana de Thomas (Newt y tú)

CAPÍTULO 10

Narra Ashley

Acababa de desayunar y faltaban sólo 25 minutos para que hiciera una hora desde que se abrieron los muros de la entrada al laberinto. Los nervios recorrían cada parte de mi cuerpo a una velocidad increíble haciendo temblar los dedos de mis manos, lo que me dificultaba ocultar cualquier sospecha.
Iba andando por el área como siempre esperando a que algún habitante me reclamara... Y como si alguien hubiera planeado fastidiar mi plan, el habitante que me llamó fue Newt.
Siempre sabía esconder muy bien mis problemas y mis secretos, pero si había alguien que supiera si me pasaba o si ocultaba algo... Ese era Newt.
Llegué hasta los huertos donde se encontraba y coloqué los brazos en cruz para que no pudiera ver el temblor de mis manos.

-Buenos días, enana.

-Buenos días, Newt.

-Vaalla, no me vas a llamar nada por decirte enana? -Dijo con una amplia sonrisa... Que por cierto, nunca me había dado cuenta hasta ahora de que hacía que parezca más... Nose... Atractivo? Espera, espera, espera, en que estoy pensando? Serán los nervios.
-Ashley...?

-Ah! Si perdona, mmm no, no voy a meterme contigo, no eres Gally. -dije riendo.

-Y qué pasa porque no sea Gally?

-No quiero pelearme contigo. -Espera, yo he dicho eso? Pero si me encanta hacer de rabiar a todos los habitantes... De forma cariñosa, no maligna, pero de algún modo molestar.

Su cara torno seria. Oh oh, y si ahora pensara que él me gustaba?! , quiero decir... Yo ni siquiera lo he pensado y que yo recuerde tampoco me he planteado nada respecto a relaciones o...
Mis pensamientos fueron interrumpidos por Newt cuando dijo con una sonrisa maliciosa y acercándose lentamente hacia mí:

-Con que no quieres pelearte conmigo, Eee?

-Mmm Newt yo...

-Quieres pedirme algo verdad?

De pronto un gran alivio se encrustó en mi garganta, desatando el gran nudo que se había formado. Asique aprovechando la ocasión le seguí el rollo.

-Me has pillado.

-Lo sabía... Te conozco demasiado bien.

-Y que lo digas -susurré lo suficientemente bajo para que no me oyera.

-Y bueno, que es lo que quieres?

-Mmm verás... Yo... Necesito... -en ese momento mi mente quedó en blanco y mis manos alcanzaron un nivel de temblor que ni mis propios brazos podían disimular.

-Ashley estás bien?

-Yo? Sí, estupendamente...

-Y entonces, porque estás tan pálida y temblando?

-N-no lo sé

-Vale tranquilizate, y puedes parar de agarrarte de esa manera los brazos, los vas a dejar sin sangre.

En ese momento coloqué mis manos detrás de mi espalda y traté de calmarme. Estaba tan nerviosa que casi se me olvidaba del que tenía que esconder.

-Ash, me vas a decir que necesitas?

-Es que no sé como decírtelo... -en realidad no era el cómo sino el qué le tenía que decir.

-Oh! madre mía. -Dijo de repente dándose con la palma de la mano en la frente. -cómo no me he podido dar cuenta?

Entonces, es verdad? Sabía lo que iba a hacer? Me había descubierto?... Todas la respuestas a estas preguntas salieron a la luz a mi favor cuando Newt dijo: