Ashley llega al laberinto con trece años.
El tiempo pasa y la forma de ver a las personas cambia: de ver a sus "hermanos" sobre protectores como tus mejores amigos y de ver a una niña frágil a una chica joven por la que darían su vida, unos más que...
Ha pasado un mes desde que empecé a ser corredora, las primeras dos semanas fui con Minho para aprenderme el camino de cada día, pero después empecé a correr sola hasta ahora. Cada cuatro días por la noche me tomaba la pastilla que Ava me mandó y al día siguiente me quedaba en el Área como me habían indicado. Y sobre la situación entre Newt y yo seguía igual.
Era por la tarde, hoy me había quedado en el Área porque ayer por la noche me tocaba tomarme la pastilla.
Decidí ir a darme una ducha antes de cenar. Así que cogí mi ropa y fui a ello.
Ya estaba terminando cuando de repente unos nervios se apoderaron de mi cuerpo y caí al suelo de la bañera, el champú cayó y taponó la salida del agua al exterior y la bañera empezó a inundarse, no podía moverme y el agua subía sin parar hasta que llegó un momento en el que el agua me sobrepasó sin dejarme respirar, la desesperación se apoderó de mí y empecé a gritar debajo del agua.
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El aire se desvaneció por completo de mis pulmones y justo cuando creí que iba a perder la consciencia, mis brazos retomaron su fuerza y consiguieron levantarme.
Empecé a toser, escupir agua y a tomar grandes bocanadas de aire para devolverlo a mis pulmones. Descansé unos cuantos minutos en el suelo y después conseguí fuerzas para levantarme y coger una toalla.
Cuando terminé de secarme, me vestí, recogí todo y me fui a mi habitación, no tenía nada de hambre asique me tumbé en la cama y pensé en lo ocurrido.
No tenía ni idea de que había pasado, no era una visión, eso lo tenía claro, desde hace un mes las visiones no habían vuelto a aparecer y supongo que es por que mi mente está ocupada en el laberinto y en no saltarme ningún día para tomarme la pastilla. Así que no sabía por qué me había pasado eso, y lo más raro era que esa sensación de ahogarme ya la había tenido, pero no recuerdo ni cuando, ni el porqué.
Sólo esperaba que no volviera a ocurrir nunca más, pocas veces había sentido tanto miedo y desesperación a la vez.
Mis ojos se fueron cerrando, la adrenalina que había corrido por mis venas en ese momento me había dejado agotada, y la oscuridad de la habitación no ayudaba mucho para mantenerme despierta. Tres minutos después caí dormida.
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En el laboratorio de CRUEL
Narra Thomas
Ya estaba harto de ver a mi hermana detrás de una pantalla, siguiendola con cámaras con forma de bichos y escarabajos, de verla llorar y no poder ayudarla; de verla reír y no poder compartir su risa, de abrazarla y sobretodo de no saber si me recordaba y si lo hacía hasta que punto...
Y por ello decidí que ya era hora de poner fin a esto, dejar de dar la espalda a mi familia por un bien que se hace apartir de las muertes de amigos, familiares y gente inocente. Ya era hora de plantarle cara a Ava y a los demás. Y por ello hace dos días quedé con Mary a escondidas y le dije todas las coordenadas de CRUEL. Era sólo cuestión de tiempo que se enterasen y yo tuviera que aceptar las consecuencias.
