― Mi asiento, si no te molesta.
Catalina y yo miramos rápidamente por la voz de Liam, observándolo.
El sonó lo suficientemente simpático, pero siguió observando a Catalina mientras colgaba su mochila en el respaldo del banco y él movió su brazo hacia el lado, invitándola a que se saliera del medio.
― Luciendo excelente, como siempre, ― él me dijo mientras se sentaba en su silla. Se recostó en ella, extendiendo sus piernas. Sabía que era alto, pero nunca me había puesto a medirlo. Supuse que él medía más de seis pies. Quizá seis y una pulgada.
― Gracias ―, respondí sin pensar e inmediatamente quise retirar lo dicho. ¿Gracias? De todas las cosas que pude haber dicho, ¿fue gracias? era la peor. No quería que Liam pensara que me gustaban sus cumplidos. Porque no me gustaban… la mayor parte de ellos. Quizá si lo ignoraba, él dejaría de intentar iniciar conversaciones y entonces podríamos sentarnos uno al lado del otro en silenciosa armonía, como los demás compañeros del salón.
― También hueles bien ―, dijo Liam.
― Se llama tomar una ducha ―. Yo estaba mirando directamente hacia el frente. Cuando él no contestó, miré hacia el lado. ― Jabón. Shampoo. Agua caliente ―.
― Desnuda. Lo sé.
Abrí mi boca para cambiar el tema, pero la campana me interrumpió.
― Guarden sus libros y carpetas ―, dijo el profesor desde su escritorio. ― Les voy a repartir un examen corto para prepararlos para el examen del viernes ―. Él se detuvo frente a mí, sacando una hoja. ― Quiero quince minutos de silencio mientras responden las preguntas. Luego, hablaremos sobre el capítulo siete. Buena suerte ―.
Trabajé con las primeras preguntas, respondiéndolas sin ningún problema. El examen robó mi concentración, apartando el accidente de anoche, que me estaba volviendo loca. Haciendo una pausa para quitarme el calambre que le había dado a la mano con la que escribía, sentí a Liam inclinado hacia mí.
― Te ves cansada. ¿Tuviste una noche agitada?― Susurró.
― Te vi en la biblioteca ―. Tuve el cuidado de mantener mi lápiz moviéndose sobre mi examen.
― Lo más destacado de mi noche.
― ¿Me estabas siguiendo?
El movió su cabeza hacia atrás y rió suavemente.
― ¿Qué estabas haciendo allí?
― Buscando un libro.
Sentí los ojos del profesor sobre mí y volví a mi examen. Después de contestar otras cuantas preguntas, miré disimuladamente a la izquierda y me sorprendí al descubrir que Liam me estaba mirando. Él sonrió.
Mi corazón dio un inesperado golpe, sorprendida por su extrañamente atractiva sonrisa. Para mi horror, estaba tan desconcertada, que se me cayó el lápiz, rebotó varias veces sobre la mesa y luego rodó hasta el borde. Liam estiró su brazo para tomarlo, lo sostuvo en la palma de su mano y tuve que concentrarme en no tocar su piel mientras lo tomaba.
― Después de la biblioteca ―, susurré, ― ¿a dónde fuiste?―
― ¿Por qué?
― ¿Me seguiste?
― Luces un poco agitada,_______. ¿Qué pasó?― Sus cejas se juntaron con preocupación, pero era todo fingido porque había un brillo burlón en el centro de sus negros ojos.
― ¿Me estas siguiendo?
― ¿Por qué querría perseguirte?
― Contesta la pregunta.
― _______ ―. La voz del profesor hizo que me volviera a concentrar en mi examen. Pero no pude evitar especular sobre cuál hubiera sido su respuesta y eso hizo querer alejarme de Liam, estar lejos de él en el salón. Al otro lado del mundo. Sin tenerlo a centímetros como ahora lo tengo. Es irritante.
― Se acabó el tiempo. Pasaré a buscar los exámenes.
Precisamente, luego de que el profesor comenzara una explicación larga sobre el tema de hoy, me pregunté. ¿Liam me estaba persiguiendo? ¿Era su cara la que estaba tras la máscara, si es que había una cara tras ella? Abracé mis codos, sintiendo frío. Quería que mi vida volviera a ser como era antes de que Liam irrumpiera y apareciera en ella.
Al final de la clase, detuve a Liam antes de que se fuera.
― ¿Podemos hablar?
Él ya estaba parado, así que se sentó en el borde de la mesa.
― ¿Qué pasa?
― Yo sé que tú tampoco quieres sentarte conmigo y creo que el profesor consideraría cambiar nuestros asientos si tú hablas con él. Si le explicas la situación…
― ¿La situación?
― Nosotros no somos… compatibles.
El pasó su mano sobre su mandíbula. Haciendo que pensaba.
― ¿No lo somos?
― No.
― Cuando el entrenador me pidió las características que deseo en una compañera, le di las tuyas.
Mi boca se abrió levemente. Sentí un calor interior, no sabía si era la vergüenza o la bronca que tenía por haber escuchado esas palabras. Tacaño.
― Retira lo dicho.
― Inteligente. Atractiva. Vulnerable. ¿No estás de acuerdo?
Él estaba haciendo esto con el único propósito de molestarme y eso solo me puso más nerviosa. ― ¿Le pedirás al entrenador que nos cambie de asiento o no?
― Yo ya me he acostumbrado a ti.
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-A
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Ángeles Caídos.. {Liam & Tú}
Fanfiction¿Estarían dispuestos a saber la verdad sobre los ángeles? Será demasiado arriesgado para todos ustedes. ¿Qué harías si un día te enteras que la persona que conoces, es un ángel? ¿Un ángel caído? ¿Raro, verdad? Arrancan sus alas y son arrojados a la...