Capítulo 53:

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― El sujeto luchó con la parte de no hablar. ― Catalina intervino ― Y el sujeto tuvo un duro tiempo relajándose en la mesa de Biología, dura como una roca. Al sujeto le gustaría proponer cambiar lugares para que Elizabeth pueda ser el nuevo sujeto ― Catalina usó su mano derecha para agarrarme y empujarse a sí misma verticalmente. 

― No me hagas lamentarme de haber permitido que eligierais vuestro propio compañero. ―

― Nos dijo el profesor. 

― No me haga lamentarme de haber venido a la escuela hoy. ― Dijo Catalina dulcemente y el Profesor le disparó una mirada de alerta, después levantó mis hojas de laboratorio, sus ojos revisando todas las páginas casi en negro. 

― El sujeto iguala el trabajo de Biología con una sobredosis de prescripción fuerte de sedantes. ― Dijo Catalina. 

El profesor hizo sonar su silbato, y todos los ojos de la clase se posicionaron en nuestra dirección. 

― ¿Liam? ― Dijo ― ¿Te importaría venir aquí? Parece que tenemos un problema de compañeros. ―

― Estaba bromeando. ― Dijo Catalina rápido ― Aquí... Haré el trabajo. 

― Tendrías que haber pensado eso hace quince minutos. ― Dijo el profesor.

― Por favor, ¿perdóname? ― Preguntó moviendo sus pestañas angelicalmente. 

El profesor escondió su libro de notas bajo su brazo bueno. 

― No. 

¡Perdón! Me gesticulo sobre su hombro mientras caminaba de mala gana hacia el frente del salón. 

Un momento más tarde Liam tomó un lugar en la mesa a mi lado. Sus manos vagamente entre sus rodillas y manteniendo su constante mirada en mí. 

― ¿Qué? ― Dije sintiéndome bajo el peso de su mirada. 

Él sonrío. 

― Estaba recordando los zapatos de tiburón. La otra noche. 

Tengo el usual aleteo en mi estómago, y como es usual, no puedo distinguir si eso es una cosa buena o mala.

― ¿Cómo estuvo tu noche? - Le pregunté, mi voz cuidadosamente neutral como si pudiese romper el hielo. 

Mis aventuras de espionaje aún colgaban incómodamente entre nosotros. 

― Interesante, ¿y la tuya? 

― No mucho. 

― La tarea fue brutal, ¿huh? 

Él se estaba burlando de mí. 

― No hice la tarea. 

Él tenía la sonrisa de un zorro. 

― ¿Con quién lo hiciste? 

Sin palabras por un momento. Me quedé ahí con mi boca levemente abierta. 

― ¿Fue eso un sarcasmo? 

― Solo curiosidad de lo que mi competencia es. - Madura. 

Su sonrisa se estiró. 

― Afloja. 

― Ya estoy caminando en delgado hielo con el profesor. Entonces, hazme un favor y concéntrate en el trabajo. No estoy de humor para jugar a probar al sujeto. Entonces, si no te importa… - Miré convergentemente a la mesa. 

― No puedo. ― Él dijo ― No tengo corazón. 

Me dije a mí misma que no estaba siendo literal. 

Ángeles Caídos.. {Liam & Tú}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora