Capítulo 43:

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Sus cejas se arquearon. ― ¿Novio? ―

― No. ―

― Eres una chica atractiva. Me imagino que alguien del sexo opuesto debe tener algún interés en ti. ―

― Señora ― Dije lo más paciente posible. ― De verdad aprecio que estés tratando de ayudarme, pero hace un año tuve esta misma conversación con el Dr. cuando mi papá me abandonó con mi madre. Es como regresar en el tiempo y revivirlo todo otra vez. Sí, fue trágico y horrible y aún sigo lidiando con eso todos los días, pero lo que en realidad necesito, es seguir adelante.― El reloj en la pared hizo tic tac entre nosotras. 

― Bueno ― Dijo finalmente la Srta. Greene, forzando una sonrisa. ― Me ayuda mucho conocer tu punto de vista,_______. Lo cual era lo que estaba tratando de entender. Escribiré sobre tus sentimientos en tu expediente. ¿Hay alguna otra cosa de la que quieras hablar? ―

― No.―Sonreí para confirmar que, de verdad, estaba bien. Ella hojeó unas cuantas páginas más de mi expediente. No tenía idea de qué observaciones el Dr. habrá puesto allí, y no quería esperar lo suficiente para saberlo. 

Levanté mi mochila del suelo y me moví hasta el borde de la silla. ― No es que quiera salir esto, pero tengo que estar en otro lugar a las cuatro.―

― ¿Ah sí? ―

No tenía ningún deseo de contarle a la Srta. sobre el ataque a Catalina. ― Tengo que buscar información en la biblioteca ― Mentí. 

― ¿Para qué clase? ―

Dije la primera respuesta que me vino a la mente. ― Biología.― 

― Hablando de clases ¿cómo te va en ellas? ¿Algún problema en esa área? ―

― No.― 

Ella pasó unas cuantas páginas más de mi expediente. ― Excelentes calificaciones ― Observó ella. ― Dice aquí que eres tutora de tu compañero de biología, Liam Payne ― Ella me miró, queriendo mi confirmación. Estaba sorprendida de que mi tarea como tutora era lo suficientemente importante para que llegara hasta el expediente del psicólogo escolar. ― Hasta ahora no hemos podido reunirnos. Conflicto de horarios ― Me encogí de hombros como queriendo decir, qué se le puede hacer. 

Ella le dio golpecitos a mi expediente, luego recogió todas las hojas sueltas y las guardó en el nuevo expediente que había identificado a mano. ― Para darte una advertencia, voy a hablar con su profesor de biología para establecer ciertos parámetros en tus sesiones de tutoría. Me gustaría que todas las reuniones se hagan aquí en la escuela, bajo la supervisión directa de un maestro o cualquier otro miembro de la facultad. No quiero que le des tutorías a Liam fuera de la propiedad escolar. Especialmente no quiero que ustedes dos se reúnan a solas.― Un escalofrío recorrió mi piel. ― ¿Por qué? ¿Qué pasa? ― 

― No puedo discutirlo. ― La única razón que se me ocurría para explicar el por qué ella no me quería sola con Liam era que él era peligroso. “Mi pasado podría asustarte”, él me había dicho en el Arcángel. 

― Gracias por su tiempo. No te retrasaré más ― Dijo la Srta. Greene. Ella caminó a grandes pasos hasta la puerta, la mantuvo abierta con su delgada cadera y se despidió con una sonrisa que pareció mecánica. 

Llamé al hospital después de dejar la oficina de la Srta. Greene. La cirugía de Catalina había terminado, pero ella seguía en la habitación de recuperación y no podía tener visitas hasta las siete de la noche. Consulté el reloj de mi teléfono. Tres horas. Encontré el Fiat en el estacionamiento de estudiantes y me metí en él esperando que pasar una tarde haciendo mis tareas en la biblioteca haría que la espera fuera más corta. 

Me quedé en la biblioteca toda la tarde y antes de que me diera cuenta, el reloj en la pared había pasado calladamente al anochecer. Mi estómago rugió contra el silencio de la biblioteca y mis pensamientos fueron hacia la máquina expendedora que estaba en la entrada. 

En casa tenía una computadora con conexión de internet. A las nueve de la noche tenía que entregar una reseña de Othello al editor del eZin y me había propuesto ir a comer tan pronto lo terminara. 

Guardando todas mis pertenencias, caminé hasta los elevadores. Ya adentro, presioné el botón para cerrar las puertas, pero no presioné el número del piso de inmediato. Saqué mi celular y llamé otra vez al hospital. 

― Hola ― Le dije a la enfermera que contestó. ― Mi amiga esta en recuperación por una cirugía y cuando verifiqué temprano en la tarde, me dijeron que saldría de recuperación esta noche. Su nombre es Catalina.―

Hubo una pausa en donde solo se escuchaba el clic del teclado de la computadora. -Parece que dentro de una hora la van a llevar a un cuarto privado.

― ¿Cuándo termina las horas de visita? ― 

― A las ocho ―

― Gracias― Me desconecté, presioné el botón del tercer piso y comencé a ascender. 

En el tercer piso, seguí los letreros hacia la sección de colecciones esperando que si leía varias reseñas de teatro en el periódico local, estaría mejor. 

― Disculpe ― Le dije a la bibliotecaria detrás del escritorio de colecciones. ― Intento encontrar copias de crónicas o el Portland Press Herald del año pasado. La sección de teatro. ―

― No tenemos cosas tan recientes en la sección de colecciones ― Dijo ella ― Pero si buscas online, creo que el Portland Press Herald tiene archivos en su página. Sigue directo por el pasillo que esta tras de ti y verás a tu izquierda el laboratorio de computadoras. ― 

Dentro del laboratorio firmé para usar una computadora. Estaba a punto de sumergirme en mi tarea cuando una idea se me cruzó. No podía creer que no se me hubiera ocurrido antes. Luego de confirmar que nadie estaba mirando sobre mi hombro, busqué “Liam Payne” en Google. Tal vez encontraría algúna información que supiera sobre su pasado.

Tal vez tenía un blog. Fruncí el ceño al ver los resultados de mi búsqueda. Nada. Ningún Facebook, ningún MySpace, ningún blog. Era como si él no existiera. ― ¿Cuál es tu historia, Liam? ― Murmuré. ― ¿Quién eres realmente? ―

Un enlace al periódico de la Preparatoria que Matt iba llamó mi atención y pasaron unos segundos antes de que reconociera el nombre. Matt se había transferido de la preparatoria Kinghorn. Por puro capricho, decidí leerlo. Si la escuela era tan buena como Matt decía, probablemente tendría un periódico respetable. Pinché el enlace, busqué en la página de archivo y al azar escogí febrero 10 de este año. 

Luego de un momento tuve un encabezado. ― “ESTUDIANTE INTERROGADO POR ASESINATO EN LA PREPARATORIA KINGHORN”.― Moví mi silla para acercarme más, atraída por la idea de leer algo más emocionante que las reseñas de teatro. 

El estudiante de dieciséis años de edad que asiste a la Preparatoria fue interrogado por la policía a lo que ha sido bautizado como “El Colgado de Kinghorn”, ha sido liberado sin ningún cargo. Después de que el cuerpo de Kjirsten Halverson, de dieciocho años de edad, fuera encontrado colgado de un árbol del campus de la Preparatoria, la policía interrogó al estudiante de segundo curso Matt , quién fue visto con la víctima en la noche de su muerte. 

Mi mente procesaba la información lentamente. ¿Matt fue interrogado como parte de una investigación de asesinato?

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-A

Ángeles Caídos.. {Liam & Tú}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora