Capítulo 44:

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Halverson trabajaba como mesera en Blind Joe’s. La policía confirmó que Halverson y Saunders fueron vistos caminando juntos en el campus, tarde en la noche del sábado. El cuerpo de Halverson fue descubierto en la mañana del domingo y Saunders fue liberado en la tarde del lunes luego de que una nota suicida fuera encontrada en el apartamento de Halverson. 

― ¿Encontraste algo interesante? ―

Salté al escuchar la voz de Matt detrás de mí. Me giré y lo encontré recostado del marco de la puerta. Sus ojos estaban estrechos y su boca parecía una línea recta. Algo frío me recorrió, como un sonrojo, pero al revés. 

Moví mi silla un poco a la derecha, intentando ponerme frente al monitor de la computadora. ― Estoy… Estoy terminando mi tarea. ¿Y tú? ¿Qué estás haciendo? No te escuché venir. ¿Desde cuándo estas ahí parado? ― Mi voz se escuchaba por todo el lugar. 
Matt se alejó del marco y entró al laboratorio. Sin mirar, busqué a tientas el botón de apagar. 
Dije ― Estoy intentando inspirarme para una reseña de teatro que se supone debo entregar a mi editor más tarde en la noche. ― Todavía seguía hablando demasiado rápido. ¿Dónde estaba el maldito botón? 
Matt observó alrededor mío. ― ¿Reseñas de teatro? ―
Mis dedos rozaron un botón y escuché el monitor ponerse negro. ― Lo siento, ¿qué dijiste que estabas haciendo? ―
― Estaba pasando por aquí cuando te vi. ¿Pasa algo? Pareces… nerviosa. ―
― Ah, es un bajón de azúcar. ―Puse mis papeles y mis libros en una pila y los metí dentro de mi mochila. ― No he comido desde el almuerzo. ―
Matt agarró una silla y la rodó hasta estar junto a mí. El se sentó con el espaldar de la silla frente a él y se acercó más, invadiendo mi espacio personal. ― Tal vez te pueda ayudar con la reseña. ―
Yo me alejé. ― Vaya. Eso es de verdad muy amable de tu parte, pero lo voy a dejar por ahora. Necesito comer algo. Es buen momento para un descanso. ―
― Déjame comprarte comida ― Dijo él. ― ¿No hay un restaurante a la vuelta de la esquina? ―
― Gracias, pero mi mamá me estará esperando. Estuvo fuera del pueblo toda la semana y regresa hoy. ― Me paré y traté de pasarle, pero él sacó su celular y me detuvo con él en el ombligo. 
― Llámala. ― 
Yo miré el teléfono y pensé en una excusa. ― No me permiten salir en noches de escuela. ―
― Se le llama mentir, ______. Dile que tu tarea te tomó más tiempo del que pensabas. Dile que necesitas otra hora en la biblioteca. Ella no sabrá la diferencia. ―
La voz de Matt había cobrado un tono que nunca antes había escuchado. Sus ojos verdes me abofetearon con una frialdad recién descubierta y su boca se veía más delgada. 
― A mi mamá no le gusta que ande con chicos que no conoce ― Dije.
Matt sonrió, pero no era una sonrisa cálida. ― Ambos sabemos que no te preocupan mucho las reglas de tu mamá porque la noche del sábado estuviste conmigo en el parque del centro ―

Tenía mi mochila colgada de un hombro y estaba agarrando el mango. Ni dije nada. Pasé a Matt y salí rápidamente del laboratorio, dándome cuenta de que si él encendía el monitor, vería el artículo. Pero no había nada que pudiera hacer ahora. 

A mitad de camino hacia el escritorio de colecciones, me atreví a mirar sobre mi hombro. La pared de cristal del laboratorio mostraba que estaba vacío. Matt no se veía por ninguna parte. Regresé a la computadora, manteniéndome en guardia en caso de que él apareciera. Encendí el monitor; el artículo de la investigación del asesinato aún seguía allí. Envié una copia a la impresora más cercana, la guardé dentro de mi carpeta, cerré la ventana de internet y me apresuré a salir. 

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-A

Ángeles Caídos.. {Liam & Tú}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora