― ¿A quién le dijiste que íbamos a ir de compras? ― Le pregunté a Catalina de repente.
Ella puso una almohada detrás de su cuello, intentando estar más cómoda. ― Mi mamá. ―
― ¿Eso es todo? ¿A nadie más? ―
― Tal vez se lo mencioné a Matt ―
Mi sangre pareció detenerse súbitamente. ― ¿Le dijiste a Matt? ―
― ¿Por qué tanto escándalo? ―
― Hay algo que necesito decirte ― Dije discretamente. ― ¿Recuerdas la noche que conduje el Neón hasta casa y choqué con un venado? ―
― ¿Sí? ― Ella dijo, frunciendo el ceño.
― No fue un venado. Fue un chico. Un chico con una máscara de esquiar.―
― No manches ― Ella susurró. ― ¿Me estás diciendo que mi ataque no fue al azar? ¿Me estás diciendo que este chico quiere algo de mí? No, espera. El quiere algo de ti. Yo llevaba puesta tu chaqueta. Él pensó que yo era tú. ―
Todo mi cuerpo se sintió pesado.
Luego de un momento de silencio, ella dijo ― ¿Estás segura que no le dijiste a Liam que íbamos a ir de compras? Porque ahora pensando, creo que el chico tenía la complexión de Liam. Alto. Delgado. Fuerte. Sexy, sin contar la parte del ataque. ―
― Los ojos de Liam no son color carbón. Son negros ― Señalé. Pero estaba incómodamente consciente de que yo sí le había mencionado a Liam que íbamos a ir de compras al muelle.
Catalina levantó un hombro indecisamente ― Tal vez sus ojos eran negros. No recuerdo. Todo pasó muy rápido. Puedo ser específica con la pistola, ― ella dijo amablemente. ― Estaba apuntando directamente a mí. ―
Mentalmente moví un par de piezas del rompecabezas. Si Liam atacó a Catalina, él debió haberla visto salir de la tienda llevando puesta mi chaqueta y pensó que era yo. Cuando se dio cuenta que había seguido a la chica equivocada, golpeó a Catalina con la pistola por coraje y desapareció. El único problema era que no podía imaginar a Liam siendo tan brutal con Caralina. No era su estilo. Además, se supone que él iba estar toda la noche en una fiesta en la costa.
― ¿Tu atacante se parecía en algo a Matt? ― Pregunté.
Observé a Catalina absorber la pregunta. La droga que le habían administrado parecía que la estaban haciendo pensar más lento y prácticamente podía escuchar a los engranajes de su cerebro entrar en acción.
―Él era como veinte libras más delgado y cuatro pulgadas más alto que Matt ―
― Todo esto es culpa mía ― Dije. ― Nunca debí haber dejado que salieras de la tienda llevando puesta mi chaqueta. ―
― Sé que no quieres escuchar esto ― Dijo Catalina, luciendo como si estuviera luchando contra un bostezo inducido por los analgésicos. ― Pero mientras más lo pienso más similitudes veo entre Liam y mi atacante. La misma complexión. Caminaba igual y tenía piernas largas. Qué pena que su expediente escolar estuviera vacío. Necesitamos una dirección. Necesitamos investigar su vecindario. Necesitamos encontrar a una abuelita crédula a quién podamos convencer de poner una webcam en su ventana y apuntar a la casa de él. Porque hay algo en Liam que no está bien. ―
― ¿De verdad crees que Liam te pudo haber hecho esto? ― Pregunté todavía sin haberme convencido.
Catalina se mordió el labio. ― Yo creo que él está ocultando algo. Algo grande. ―
Yo no iba a discutir eso.
Catalina se acomodó en su cama. ―Siento hormigueo en todo mi cuerpo. Se siente tan genial. ―
― No tenemos una dirección ― Dije ― Pero si sabemos en dónde trabaja. ―
― ¿Estas pensando lo que yo estoy pensando? ― Preguntó Catalina con sus ojos resplandeciendo brevemente a través de la sedación química.
― Basado en experiencias anteriores, espero que no. ―
― La verdad es que debemos pulir nuestras destrezas detectivescas ― Dijo Catalina ― Úsalas o déjalas, eso fue lo que el profesor dijo. Debemos descubrir más sobre el pasado de Liam. Oye, apuesto a que si lo documentamos, el entrenador hasta nos dará créditos extras. ―
Completamente dudable puesto que, si Catalina estaba envuelta, la tarea detectivesca probablemente tomaría un giro ilegal. Sin mencionar que este trabajo detectivesco en particular no tenía nada que ver con biología. Ni siquiera remotamente.
La leve sonrisa que Catalina me había causado se borró. Con todo y lo divertido que era ver las cosas de una manera chistosa, yo estaba asustada. El chico de la máscara estaba ahí afuera planeando su próximo ataque. Tenía sentido que tal vez Liam sabía lo que estaba pasando. El chico de la máscara había saltado frente al Neón el día después de que Liam se había vuelto mi compañero de biología. Tal vez no era una coincidencia. Justo en ese momento la enferma asomó su cabeza por la puerta. ― Son las ocho ― Me dijo ella, dando golpecitos a su reloj. ― Las horas de visitas terminaron. ―
― Salgo en seguida ― Dije. Tan pronto sus pasos se perdieron por el pasillo, cerré la puerta del cuarto de Catalina. Quería privacidad antes de decirle lo de la investigación de asesinato en donde estaba envuelto Matt. No obstante, cuando regresé a la cama de Catalina, era aparente que su medicación había tocado fondo.
― Aquí viene ― Dijo ella con una expresión de puro éxtasis. ― El torrente de droga… en cualquier momento… la oleada de calor… adiós, Sr. Dolor…―
― Catalina ―
― Toc, toc. ―
― Esto de verdad es importante. ―
― Toc, toc. ―
― Es sobre Matt. ―
― Toc, toooooooc ―dijo con una voz cantarina.
Yo suspiré. ― ¿Quién es? ―
― Madre. ―
― ¿Madre qué? ―
― ¡Madre mía, alguien está llorando y no soy yo! ― Ella rompió a reír histéricamente.
Comprendiendo que no tenía caso intentar hablar del tema, dije ― Llámame mañana si te dan de alta. ― Abrí el cierre de mi mochila ― Antes de que se me olvide, te traje tu tarea. ¿Dónde quieres que la ponga? ― Ella señaló al bote de basura. ― Allí estará bien.
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-A
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Ángeles Caídos.. {Liam & Tú}
Fanfic¿Estarían dispuestos a saber la verdad sobre los ángeles? Será demasiado arriesgado para todos ustedes. ¿Qué harías si un día te enteras que la persona que conoces, es un ángel? ¿Un ángel caído? ¿Raro, verdad? Arrancan sus alas y son arrojados a la...