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ーTengo que explicarte varias cosas antes de que te vayasーEl doctor detiene mis intenciones por abandonar la clínica. Cierro los ojos mientras vuelvo a tomar asiento en la camilla a un costado de su escritorio.
Él baja la mirada a su tabla en tanto que carraspea, puedo notar que está incómodo.
ーAún no tenemos resultados precisos puesto que hemos hecho una prueba pequeña de sangre, sólo para confirmar las sospechas de la señora que vino contigoーMis cejas se levantan de asombro, así que Jisoo sospechaba algoーVoy a necesitar tomarte una muestra más grande de sangre para advertir ciertos daños que aparecen en este test.
ー¿Una prueba de embarazo le mostró daños en mi cuerpo?ーMis brazos, por reflejo, se cruzan sobre mi pecho. El doctor suspira.
ーUna prueba de embarazo con sangre está diseñada para demostrar si estás embarazada, es cierto, pero también puede decirnos que algunas partes de tu cuerpo no están funcionando como deberían, en este caso tu matriz, Minah.
Trago duro, removiéndome de la silla.
ー¿Mi matriz?
ーComo te dije, no es nada seguro lo que estoy diciéndote por eso necesito otra muestra de sangre para ver qué realmente está sucediendo con tu cuerpo.
Asiento, ya sin rechistar ni hacer algún comentario sarcástico al respecto. El doctor se pone de pie y me tiende un pedazo de papel.
ーTienes que ir a la sala de estudios, donde te sacarán sangre, después te puedes ir. Tus resultados estarán listos mañana por la tarde donde te veré aquí mismo para informarte todo.
Como él me pongo de pie y tomo la hoja, acercándola con fuerza a mí. El médico me acompaña a la salida de su pequeño cuarto de consultas. Parados en la puerta se limita a darme una sonrisa nostálgica y unas palabras que me dejan pensando todo el día.
ーEchas a alguien de menos ¿verdad? Lo llevas escrito en los ojos con unas letras enormes.
No le respondo. Aparto la mirada y huyo del lugar. Casi corriendo busco la dichosa sala de estudios y el olor a medicina parece incrementar con cada paso que doy. La encuentro fácilmente y ahora es una mujer quien decide atenderme.
Debo esperar unos cinco minutos antes de que me pasen al cuarto donde me extraerían sangre de brazo. Son cinco minutos que pasan muy lentos y las últimas palabras del doctor retumban en mis oídos.
Pero hay otro pensamiento más grande que aquellas palabras tan ciertas. Y tiene que ver con lo que está creciendo dentro de mí, con Kihyun, con mi prima y, por supuesto, conmigo.
¿En qué clase de monstruo me convierto si estoy embarazada del prometido de mi propia prima?
Mantener una relación era un cosa, pero tener un hijo de él era otra completamente distinta y más grave, debo agregar.
