t w e n t y n i n e

1.7K 215 160
                                    

Había escuchado muchas veces en un centenar de lugares que la vida siempre se cobraba las cosas

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Había escuchado muchas veces en un centenar de lugares que la vida siempre se cobraba las cosas. Si eras malo con alguien, de algún modo u otro ibas a pagar. Si eras bueno con alguien más, tus acciones se verían recompensadas de una manera u otra. Todo tenía un precio. 

Newton, dentro de la ciencia, en una de sus leyes postuló que, en efecto, a toda acción hay una reacción. Edward Murphy no pudo evitar agregar su pizca de negatividad al decir que si algo podía salir mal, saldría mal. Y Rudolf puso, como cereza en el pastel, las bases de la segunda ley de la termodinámica: establecida ya una entropía, no se puede regresar a lo que era antes, y el desorden tiende al caos.

Yo era una persona que amaba la ciencia como si esta fuera parte de su vida, pero he aqui el detalle: no la hacía parte dé. Jamás había asociado las leyes el Universo, de la Física o de la Matemática con lo que ocurría en mi cotinaniedad. Las apartaba como algo mío, pero jamás las hacía algo mío. 

Sin embargo, tener tan cerca de mí a Jooheon con el cabello resbalándole por la frente, su respiración chocando agitadamente contra mis labios y el calor emanando de su cuerpo pero con los sentimientos tan escondidos y al mismo tiempo tan por fuera, era puro caos. El punto medio exacto de la incertidumbre. 

El peliblanco sólo me había dicho un par de oraciones antes de entrar a mi hogar. Un simple par que se limitaba a pedir permiso para entrar conmigo y preguntar donde podía dejar los objetos que traía consigo. Su indiferencia, y la falta de emociones en el ambiente, me helaban el corazón. 

¿Cómo habíamos terminado en esta pose tan calurosa? No tenía una idea. Mi cerebro trabajaba muy duro para explicar qué sucedía. Tantas dudas y tanto misterio por parte del rapero me estaban abrumando, al punto de perder la razón. 

Porque tal vez este asunto con Jooheon era todo menos razonable. 

ーNo quiero hablarーSus labios rozan los míos cuando susurra aquello. Hasta este momento noto que ninguna parte de su cuerpo está tocando el mío. No tiene un agarre sobre mí, ni yo sobre él. 

ーNo lo hagasーDigo de vuelta, acariciando de nuevo nuestros labios. La sensación me causa escalofríos en la parte baja de mi columna. Jooheon mueve su cabeza en negación y sus ojos son escondidos por los párpados. 

ーTengo que hacerloーManifiesta por fin. Un suspiro acompaña sus palabras y tengo miedo por lo que está a punto de decir. 

Una parte de mi corazón creía ya saber lo que estaba por acontecer. La seriedad con la que se apareció en mi casa el día después de la boda había sembrado en mí un sentimiento de duda por nuestra relación, la ausencia de comunicación sólo había hecho que ese sentimiento creciera. 

El relato comienza de la siguiente forma, sus ojos vuelven a los míos, cristalizados. Tener a Jooheon triste y de frente a mí se había convertido en la peor forma de tortura para mi alma. Tal parecía que esos momentos no iban a terminar. 

water  ━━yoo kihyun, lee jooheonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora