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capítulo largo.
Lunes, once de septiembre de dos mil diecisiete
El Instituto de Ciencia y Tecnología de Ulsan quedaba apartado de mi casa, más de lo que me hubiese gustado que estuviera por lo que me veo obligada a tomar un taxi para dejar a Hanini en los brazos de mi madre, una vez más.
Durante el trayecto mi mente divaga mientras le doy caricias a mi perrita, la cual no tarda mucho en dormirse con una parte de su cuerpo encima de mi pierna y la otra en el ajeno asiento del coche. Hanini tendría que estar un largo periodo con mi familia, esa es la primer situación que llega a mi cabeza cuando estamos en marcha. Si todo salía como esperaba, y obtenía la beca para estudiar en Estados Unidos, ambas nos mudaríamos para siempre allá, hasta que eso sucediese nuestra estadía era incierta.
El segundo asunto que llena mis pensamientos es mi casa, la cual quedaría completamente abandonada después de que yo me fuese. Al final, parecía ser que sí necesitaba la ayuda de ese tío mío... Todavía no lo sabía.
Y el tercer asunto que se estaciona en mi mente justo cuando el taxi me da la indicación de que hemos llegado al que fue mi hogar por muchos años, es la familia de mi padre.
Le doy la gracias por el trayecto, y cargo a Hanini entre mis brazos, bajando con cierta dificultad del transporte. Sin ver atrás, me encamino a la puerta donde con una sola vez que toco el timbre, mi madre me recibe contenta.
No hay rastro de mi padre.
ー¡La vamos a pasar estupendo, Hanini!ーChilla, recibiendo a la recién nombrada entre sus brazos.
Una risa tonta se me va de los labios.
ーMientras Minah descubre mil cosas tú y yo vamos a cuidar las cosas de esta casa con mucho ánimoーContinua hablándole, evitando que se me borre la sonrisa del rostro.
ー¿Dónde está papá?ーPregunto, sintiéndome curiosa.
El silencio de mi mamá es todo lo que necesito escuchar para confirmar mis sospechas.
El vino fue más espeso que la sangre.
ーÉl estará bien, no tienes por qué preocuparteーMurmura, pegando a Hanini contra su pecho, como si buscara cierta protección. Asiento, tratando de restarle pesadez al asunto.
ーTarde o temprano tenía que suceder ¿no?
No se dice nada más del tema y lo agradezco, eso hace que la estancia con mi madre sea más corta de lo que imaginé y en un abrir y cerrar de ojos estoy montada en otro taxi, lista para encerrarme entre los muros del Instituto de Ciencia y Tecnología de Ulsan hasta que tuviera conmigo una razón suficiente para teorizar una revolución en la Física que se conoce actualmente.
