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capítulo largo.
Camino deprisa a mi dormitorio, aun con una sensación extraña en mi pecho. A mis espaldas escucho a alguien seguirme, pero no le presto importancia solamente quería a tomar entre mis manos el celular y con algo de privacidad marcar el número telefónico que yace guardado entre mis pocos contactos.
Empujo la puerta un poco, con cuidado de no azotarla y me adentro a la habitación alarmando a Hanini quien, como cada noche, se altera al verme. La tranquilizo un poco, agachándome hasta a su altura y acariciando su cabeza.
ーTe dejé plantadaーLe comienzo a hablarーPerdóname. Mañana te prometo que sí salimos juntas a pasear.
Ella se pega a mi pierna buscando que siga acariciándola por más tiempo, pero me veo obligada a levantarme cuando una persona más entra en la habitación. Un leve toqueteo en la puerta es el que termina con el momento de Hanini y mío, haciendo que la tome entre mis brazos y gire sobre mis talones para encarar al intruso.
La segunda hermana de Sunhi me ve directamente a los ojos, al mismo tiempo que se adentra en mi habitación. Está tensa, como si le diera pánico hablar conmigo. Trago duro, reprimiendo las ganas de sacarla de aquí.
ーHola, MinahーSu cuerpo se curva levemente a modo de reverencia.
ーYooraーAgacho un poco la cabeza, sin ánimos. Aparto la mirada de ella y dejo a mi perrita en la cama, lugar al que planeo alcanzarla en cuanto mi prima deje el cuarto.
ーNo sabía que estabas aquíーContinua hablando y la tensión ya no sólo se apodera de su cuerpo, sino también del mío. Me encojo de hombros, quitando la vista de Hanini y posándola en ella.
ーEl destino me hizo una mala jugadaーBufo, como si la situación no me afectase en lo más mínimoーTambién es una sorpresa verte por aquíーLe contesto, al ver que ella se sume cada vez más en la incomodidad. Yoora sonríe.
ーDejé la escuelaーConfiesaーY vine con Jisoo para trabajar en su cocina. Quiero dedicarme a eso, a ser chef.
Mis dos cejas se levantan por la impresión. Vaya que esta niña tenía carcácter.
Sin ánimos de seguir la conversación le deseo lo mejor, a lo que ella me responde con una sonrisa más grande que la anterior.
Luego, un silencio nos envuelve a ambas. Silencio que ella misma se dedica a romper.
ー¿Ya tienes tu vestido para la boda?ーSus intento por continuar la conversación comienzan a frustrarme, pero sigo contestándole ansiando el momento en que deje de hablar.
ーNo, yo...ーEstoy por decirle que ir a la boda no está en mis planes pero mi celular comienza a sonar, distrayéndonos a ambas. Mis ojos se clavan en el aparato y la foto de mi madre ilumina toda la pantalla.
