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recomendación: escuchar mirror mientras leen.
La noche está fresca, hay una brisa leve que se siente traspasar por los diminutos huecos de mi suéter y yo me siento extraña. Siento que no debería estar donde estoy y que el destino ha sido un cabrón por ponerme en esta situación.
Pero no me arrepiento de haber comprado el boleto, ni de haber compartido un montón de palabras con varias chicas fuera del recinto donde se llevaría a cabo el concierto. Es increíble la emoción que ellas sienten por estar aquí y también lo fuertes que son sus pulmones para soltar gritos.
Ahora mismo hay frente a mí una multitud enorme de personas que cargan consigo celulares, esa lampara brillante de la que una vez Kihyun me habló y por supuesto ansias interminables. De frente a la muchedumbre está el escenario y reluciendo en él, una pantalla gigante donde predominan los colores morado y rosa. Al centro, está el nombre de la banda seguido del nombre del Tour. Y de fondo, la voz de los chicos en su último álbum acompañado con las voces de las fans.
Se me olvida por un momento la razón por la que realmente estoy aquí, para despedirme.
Cada persona parece estar tan concentrada en lo que pasa en el escenario que me uno a la euforia. De pronto, una de las canciones sube de volumen y las luces disminuyen su brillo. No reconozco la canción pero la letra, vaya que va con el momento.
Are you ready or not? eh, eh, oh, eh, oh.
Los gritos suben de volumen y la gente comienza a empujarse. Entiendo que el concierto está por comenzar. Sin razón alguna siento mi corazón latir más rápido. Late tan veloz y tan fuerte que me asusto.
Conforme la canción va avanzando, mis manos comienzan a temblar y hasta las piernas me flaquean unos segundos. Mis ojos, por su parte, no pueden apartarse el escenario. En cualquier momento podrían aparecer ahí.
La voz de las fans sube aun más de volumen y presiento que la canción está por llegar al final.
No me equivoco. Y cuando me doy cuenta de que ya no se escucha nada, las luces del lugar se apagan por completo, dejándonos a oscuras. Vaya espectáculo, pienso y las luces se vuelven a encender sólo que ahora el escenario no está vacío.
Extrañamente al primero que ven mis ojos es a Minhyuk, a su lado está Changkyun, luego Shownu y al que sigue no lo puedo ver porque se mueven, caminando hacia el centro del escenario. Las luces vuelven a apagarse y la tonada de Beautiful empieza.
Cuando la coreografía comienza, la luz regresa y se mueven tan rápido que no puedo ver a cada uno. Por su parte las fans tampoco dejan ver mucho. Todas están saltando y gritando. Siento cada nota en mis huesos y cuando por fin llega el coro, dominado por Kihyun, mi corazón vibra.
Luego de un mes, lleno de dudas, lágrimas silenciosas, decepciones, sonrisas fingidas y pesadillas ahí está. Cantando como recuerdo que lo hacia, bailando con las mismas expresiones que hace meses me volvían loca. Kihyun no ha dejado de ser ese Kihyun que yo conocí.
