me inspiré mucho escribiendo con la canción de la multimedia así que no está de más recomendarla para escucharla mientras leen.
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Dos días después de que mi familiar lejano visitara mi casa, está todo en orden por fin.
Coloco dentro de otra caja el último pedazo seco de flor que deja por fin limpio el cuarto que no toqué en muchos meses. No hay nada que lo asemeje al caos ahora. Me pongo de pie y tomo entre mis brazos la última caja para moverla a la salida.
Fuera de mi casa hay un par de cajas enormes que llevan dentro nada más que restos de recuerdos. Dejo la tercer caja encima de una de las que ya estaban afuera y me quedo unos segundos aspirando el aire de la noche.
Está fresco afuera, la brisa corre por mi rostro y se siente bien llenar mis pulmones con ella.
De vuelta a mi casa acomodo más cajas, éstas están llenas de pertenencias mías y unas cuántas de Hanini. Las apilo a un costado de mi puerta, para que estén listas en el momento que tenga que de verdad sacar hasta el último objeto mío.
Ya no hay nada dentro de mi casa que no sea mío. Me he deshecho de todo lo que tenía un dueño diferente a mí. Pero nada lo he tirado, todo lo he devuelto a su lugar, es decir, con su verdadero propietario.
No he visto a Kihyun de frente, ni tampoco he sabido nada de Jooheon. Ambos han desaparecido de verdad de mis ojos y de mi vida. Y aunque esto debería significar un poco de tranquilidad, no he parado de llorar en las últimas noches.
Las tres cajas que están fuera de mi casa son las últimas que debo entregar y me preparo para eso. Acomodo mi cabello fuera de mi rostro, pasando una mano por él. Con mi celular, visualizo el trayecto del taxi que está por llegar y esa es mi señal para salir de mi casa.
Me despido de Hanini, ya que voy a dejarla sola por un rato. Y lo que hago después es tomar mi bolsa de mano, lista para salir de nuevo a encontrarme con la brisa de la noche.
Antes de moverme, deslizo mi mano dentro de la bolsa para sacar las llaves. Consigo darle vuelta al seguro de la puerta, para dejarla así segura. Aviento el llavero de regreso a la bolsa y al darme la vuelta vislumbro un coche negro estacionado justo en frente de mi casa.
Mi frente se arruga al darme cuenta de que el taxi tardó menos tiempo del que creí en llegar. Me aproximo a llegar donde las cajas están y tomo solamente una de ellas, camino en esa dirección y cuando llego al auto, toco la ventana del copiloto.
Mientras el conductor enciende el coche y baja el vidrio, escabullo una de mis manos para avisar en la aplicación de mi teléfono que he abordado el automóvil.
ーDisculpe ¿podría abrir su cajuela?ーPregunto al mismo tiempo que desbloqueo mi celular.
Bajo la ventana de notificaciones para pulsar la que sea del servicio de taxis pero no hay ninguna que venga de parte de esa aplicación. Todas las notificaciones son por parte de nuevos mensajes de un número que no tengo agregado.
