Estoy tan contenta. He conocido a un chico maravilloso. Quizás sea hora de sentar la cabeza. Espera... ¿Yo con novio? Que raro suena. He tenido mis cosillas pero nunca nada formal. No me van esas cosas.
Entro en mi habitación y, de repente, alguien me agarra del brazo empujándome contra la pared. Me encuentro, sin darme cuenta, acorralada entre la pared y Drogo. Intento librarme de su agarre pero él coge mis muñecas con una mano y las coloca en lo alto mientras que pega su cuerpo más al mío para inmovilizarme. Esto es demasiado. Si cree que así va a asustarme, lo tiene claro. No me da miedo.
—¿Qué demonios te pasa? Suéltame ahora mismo.
—¿Y si no quiero?
Drogo me mira con la ceja levantada y un gran aire de superioridad haciendo que mi furia crezca por momentos. Acerca su cara a mi cuello y susurra a mi oído.
—¿A qué juegas, cosita?
¿Qué a qué juego? ¿De qué va?
—Yo no juego a nada. Y ahora, suéltame de una vez.
Ante mi sorpresa, suelta una gran carcajada para luego pegar su frente a la mía.
—¿Ya te has olvidado de lo que me dijiste anoche?
Esto ya empieza a asustarme. ¿Qué le diría? No tengo ni idea pero debo poner fin a esto ya.
—No sé qué te dije ayer pero no deberías hacerme caso. Estaba borracha.
Él pone una sonrisa burlona. La verdad es que es realmente atractivo pero, por desgracia, es un cretino.
—Dicen que la verdad sale de la boca de los niños y de los borrachos.
—Pues ese no es mi caso.
—¿Acaso tú eres diferente de los demás? Deja de mentirte a ti misma, Cris.
¿Pero de qué está hablando?
—No sé de qué hablas. Yo no me miento a mí misma.
—Sí que lo haces, cosita. Y te lo voy a demostrar.
Intento protestar pero no me da tiempo. En un segundo, sus labios se han posado sobre los míos. Quiero resistirme pero hay algo dentro de mí que me lo impide. Besa tan bien... Poco a poco mis defensas se van derribando permitiéndole acceder a mi boca. Sus manos sueltan mis muñecas e, inmediatamente, me agarro a su cuello mientras él rodea mi cintura haciendo desaparecer el poco espacio que quedaba entre nosotros. Su lengua explora mi boca con movimientos lentos y suaves permitiéndome seguir su ritmo sin problemas. Mi cuerpo se arquea buscando aferrarse al suyo. Algo en mi interior desea más y más de él.
Poco a poco nos separamos con nuestras respiraciones agitadas por la excitación del momento. Drogo sonríe y me suelta. Se dirige hacia la puerta y, antes de salir por ésta, me dice con una gran sonrisa de autosuficiencia:
—Ahí tienes la prueba, cosita. Tú eres mía y de nadie más. No lo olvides.
Drogo sale de la habitación dejándome confundida. ¿Qué acaba de pasar?
Me tumbo sobre la cama y, sin darme cuenta, paso los dedos por mis labios. Todavía tengo su sabor en ellos y su masculino aroma sigue inundando mis fosas nasales. No puedo evitar sonreír. Ha sido increíble. Nunca nadie me había hecho sentir esto. Nunca nadie me había besado así.
Estiro mi brazo para coger el móvil. Creo haber escuchado algo. No me equivocaba. Es un mensaje de Justin deseándome buenas noches. Le contesto enseguida. Es tan rico.
Suelto un profundo suspiro. Justin es el chico perfecto. Me gusta mucho, pero su beso no me ha hecho sentir ni la milésima parte de lo que he sentido con Drogo.
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DC I: DESTINOS CRUZADOS √
FanfictionCristina, una joven estudiante y au-pair, descubre, de repente, que su vida no es tan sencilla como ella creía. Dos hombres totalmente opuestos se pelean por su corazón. Además, multitud de secretos amenazan con salir a la luz y arrastrarla con ello...