CAPÍTULO 20 - ALERTA

210 24 4
                                    

Justin me mira con una gran sonrisa y se dirige hacia mí mientras que siento que mis piernas no dejan de temblar. Respiro hondo e intento calmarme. Estamos en un lugar público. Dudo que aquí vaya a atacarme.

—Hola, preciosa.

Intenta darme un beso en los labios pero yo vuelvo la cara. Él se sorprende.

—¿Qué te pasa? ¿No te gustó lo de anoche?.

Me quedo helada. ¿Qué quiere decir?

—No sé de qué hablas.

—¿Ah, no? Pues anoche bien que gritabas.

Todos a su alrededor se empiezan a reír. No entiendo nada pero me da igual. No me voy a quedar aquí para ser humillada.

—Lo soñarías —contesto intentando salir de allí con la mayor dignidad posible pero él me agarra del  brazo. Sara intenta ayudarme pero Loan y Samantha se lo impiden.

—No lo soñé y tú tampoco. Deja de hacerte la dura y reconoce que te mueres por mí.

—Ya te gustaría —digo soltándome de su agarre.

Aún no he dado dos pasos cuando me vuelve a coger. ¿Dónde estás cuando te necesito, Drogo?

—¿A dónde crees que vas?

—A donde a ti no te importa.

Él se ríe y aprieta mi brazo cada vez con más fuerza mientras que yo intento soltarme de él.

En ese momento, yna fuerte mano le aprieta la muñeca obligándole a soltarme.

—Disculpe pero me ha parecido ver que la señorita no quería ir con usted.

Justin le mira con odio y sale enfadado del comedor. Yo me vuelvo aliviada hacia mi salvador.

—Gracias, profesor Jones.

—De nada, señorita Harper. Me alegro de verla por aquí. ¿Le importaría acompañarme a mi despacho? Me gustaría entregarle unos apuntes para que no pierda clases.

—Sí, gracias.

Salgo de la cafetería detrás del profesor. Esto me viene bien. Sobre todo para agradecerle lo de anoche y preguntarle por qué Justin sigue vivo. Pero ¿y Drogo? ¿Dónde se ha metido?

Cuando llegamos al despacho, me sorprende ver allí a Drogo esperándome con una gran sonrisa. Enseguida corro a sus brazos y dejo salir todos los nervios y la angustia que llevo dentro. Él me abraza y me da un beso en el pelo mientras me tranquiliza.

—Lo siento, cosita. Quería ayudarte pero Sebastián no me ha dejado.

—Lo entiendo.

Cuando consigo calmarme, Sebastián nos invita a sentarnos. En seguida llega Sara muy alterada.

—¿Qué significa esto Sebastián? ¿No estaba muerto? ¿No te ibas a ocupar de él?

—Por supuesto que lo hice.

—Entonces, ¿qué significa esto?

Agradezco a Sara que haga las preguntas que yo no me atrevo. Me limito a escuchar mientras los fuertes brazos de Drogo me abrazan. Es lo único que me hace mantener la cordura en esta situación.

—Justin está muerto y su cadáver destruido. Ese era Dustin. Su hermano gemelo.

Todos nos quedamos con la boca abierta. Drogo aprieta su abrazo al notar mi estado de nervios. Él también está tenso.

—¿Significa eso que todavía estoy en peligro?

—Sí.

Esto es surrealista. Me libro de un demonio y al día siguiente tengo a su gemelo detrás de mí. No puedo evitar llorar.

DC I: DESTINOS CRUZADOS √Donde viven las historias. Descúbrelo ahora