—Ya voyyyyyy....
¡Maldita resaca! ¿Qué demonios hice anoche? Sólo me quiero morir.
—No tardes. Lorie te está esperando. Por cierto, tienes analgésicos en el botiquín del baño.
¿Cómo lo ha sabido? ¿Acaso es adivino? No. Seguramente me vio regresar anoche a casa. Por cierto... ¿Cómo regrese? ¡Dios¡ No vuelvo a beber en mi vida.
Mientras escucho los pasos alejarse tras la puerta, me hundo todavía más en mi miseria. Encima de resaca, aguantar a Lorie. El día no puede ser peor.
Como puedo, me levanto de la cama. Intento hacerlo despacio pero una repentina náusea me hace salir corriendo al baño. Lo dicho. Ya no bebo más.
Tras una buena ducha fría y un par de analgésicos, parece que me siento un poco mejor. Sólo un poco. Me visto con ropa cómoda y suelto un suspiro pesado antes de salir de la habitación, rezando porque la niña que cuido esté hoy de buen humor.
Para mi desgracia, no es así. En cuanto la veo, su actitud no me presagia nada bueno.
—¿Dónde estabas, Cris? Llegas tarde. No te pagamos para que salgas.
Mis pocas esperanzas se acaban de estrellar contra el suelo. ¿Cómo puede tener una voz tan irritante? Trato de reprimir el horrible dolor de cabeza aumentado por ella y esbozo una ligera sonrisa.
—Sabes que tengo derecho a un tiempo para mí. Además, ayer era la fiesta de apertura del curso. No podía faltar.
—Ni que fueras alguien importante. Seguro que nadie se fijó en ti. Eres tan poca cosa.
¿Qué sucedería si la matara ahora mismo? No del todo. Sólo un poquito. Por diversión, no más.
—Deja de decir tonterías y vete a la ducha.
Sorprendentemente, me ha hecho caso a la primera. Suspiro y, mientras hago la cama, pienso en qué he hecho yo para merecer esto. Cuando, hace un mes, vine a Mistery Spell, pensaba en comenzar una nueva vida, no en ingresar directamente en el infierno.
La niña que cuido es... ¿Cómo decirlo? ¡ Ah, sí! Es arrogante, vanidosa, pretenciosa, malcriada, caprichosa, sádica, insolente... ¡Y seguro que me dejo algo más! Cuando la conocí me pareció encantadora. Una muñeca con grandes ojos avellana y una melena rosa. ¡Cómo me engañó!
Lorie sale del baño, como siempre, dejando tras de sí un reguero de agua. (Menos mal que tengo a mano la fregona). Mientras se viste, recojo el baño. El baño... más bien Nueva Orleans tras el paso del Katrina por cómo está todo.
Después de recoger todo y dejar a Lorie vestida y jugando con sus horribles (y macabros) peluches, bajo a desayunar.
—Buenos días, Cris. Espero que te encuentres mejor.
—Sí, gracias, Nicolae.
Nicolae me dedica una sincera sonrisa y yo se la devuelvo sin saber muy bien qué pensar. Nicolae es mi jefe. el mayor de los hermanos Bartholy. Tiene unos 27 años y es quien se ocupa de la familia en ausencia de su padre. Es alto, esbelto, con una larga melena castaña y unos profundos ojos grises. Es muy atractivo pero no es mi tipo. Demasiado mayor y demasiado serio para mí. Además, es mi jefe, aunque a veces se comporte más como un hermano mayor o como un padre.
—¿Tu cabeza mejor, Cris?
—Sí, Nicolae. Todo bien. Gracias por los analgésicos.
Me pone muy nerviosa. Es como si siempre supiera lo que estoy pensando. Normalmente es muy bueno y amable conmigo pero cuando hace esas cosas... me irrita. No lo puedo evitar.
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DC I: DESTINOS CRUZADOS √
FanficCristina, una joven estudiante y au-pair, descubre, de repente, que su vida no es tan sencilla como ella creía. Dos hombres totalmente opuestos se pelean por su corazón. Además, multitud de secretos amenazan con salir a la luz y arrastrarla con ello...