CAPÍTULO 58 - LA ELEGIDA

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—¿Sigues enfadada? —pregunta colocando un mechón de pelo detrás de mi oreja.

Le miro a los ojos y sonrío al ver en estos una gran preocupación. Cojo su mano y la beso.

—No. Ya no.

—¿Y por qué tienes esa cara tan triste?

—No lo sé —respondo bajando la mirada —. Creo que me cuesta mucho asumir lo que ha sucedido hoy.

—Lo entiendo. ¿Y si vamos a ver a Lucie? Tal vez ella sepa algo que te pueda ayudar.

—Sí, tienes razón, será lo mejor —contesto con una triste sonrisa.

—Entonces será mejor que te cambies de ropa. Te espero abajo.

Tras darme un suave beso, Drogo abandona la habitación dejándome sola. Me doy la vuelta en la cama y me quedo un rato mirando el techo. Intento no pensar en nada pero es imposible. Al final, me levanto y me dirijo al baño a darme una ducha rápida. Tal vez eso me despeje.

Cuando llego abajo, Drogo ya me está esperando. En cuanto salimos, él se va directo al coche pero yo lo detengo.

—¿Y si vamos dando un paseo? —sugiero —. No está lejos y hace muy buena tarde.

—Si eso es lo que quieres, de acuerdo —contesta con una sonrisa —, Pero vamos por el bosque, llegaremos antes.

Asiento y, cogidos de la mano, rodeamos la mansión para dirigirnos al bosque. Sólo espero que no pasemos por la cabaña porque entonces no llegaríamos nunca.

Para nuestra sorpresa, Lucie nos espera en la puerta. Enseguida nos hace entrar y nos indica que pasemos al salón. En la mesita, frente al sofá, hay tres cervezas y patatas fritas. Eso me intriga.

—¿Sabías que vendríamos? —pregunto.

—Así es. Por favor, sentaos.

Drogo y yo nos sentamos en el sofá y Lucie lo hace en un pequeño sillón. Cruza las manos y nos observa con la cabeza apoyada en estas.

—Dime, Cris. ¿Cómo te has sentido?

Su pregunta me pilla de sorpresa.

—¿Cómo lo sabes?

—He sentido tu aura, el aura Bishop. Ésta es muy fuerte y poderosa, imposible de ignorar. —Me coge la mano y me dedica una sonrisa. —Cuéntame, ¿qué sucedió para despertar ese poder?

Agacho la cabeza entre asustada y avergonzada. Está claro que a Lucie no se le escapa nada. Respiro hondo y comienzo a hablar.

—Dorothy me tenía acorralada y entonces nombró a mi abuela. Al pensar en ella, sentí ira y rabia y algo dentro de mí comenzó a crecer. Fue como si todos mis antepasados me otorgaran su poder. No sé. La verdad es que fue muy fuerte. ¿Qué me pasó, Lucie?

Lucie se recuesta en el sillón y, apoyando sus manos en el reposabrazos, me mira con una enigmática sonrisa.

—¿Sabes, Cris? Desde el momento en que naciste, comencé a sospechar. Hoy me lo has confirmado.

—¿Confirmado? ¿El qué? —pregunto intrigada.

Ella sonríe aún más.

—Tú, pequeña, eres la elegida.

Drogo y yo nos miramos extrañados. ¿Qué demonios querrá decir? La risa de Lucie nos hace volvernos hacia ella.

—Os lo explicaré. Según las leyendas, en cada clan surge una bruja muy especial, una bruja capaz de contener todo el poder de sus ancestros. En el caso de las Osborne, esa fue mi tía abuela, Rose.

DC I: DESTINOS CRUZADOS √Donde viven las historias. Descúbrelo ahora