DC I: DESTINOS CRUZADOS √

CAPÍTULO 23 - EL CUARTO DE JUEGOS

—¿En qué está pensando la cosita más hermosa del universo?

Drogo me coge por la cintura y yo me vuelvo hacia él sonriendo.

—Pensaba en el vampiro más sexy del Universo.

—¿Y quién es ese vampiro que ocupa tus pensamientos? ¡Que venga, que le parto la cara!

—Lo tengo justo delante de mí —digo dándole un golpe con el dedo en la nariz.

Drogo sonríe y me da un tierno beso.

—Dime. ¿Qué te ha dicho Nicolae?

—Le he contado tus progresos y está muy contento, pero le preocupa que te sobreesfuerces. Van a hacer falta muchas sesiones de entrenamiento hasta que llegues a controlar tus poderes y, por eso, hemos decidido que yo me ocuparé de lo físico los fines de semana mientras que Nicolae te entrenará en los psíquicos entre semana.

—O sea, que no me vais a dejar descansar —digo con cara de agotamiento haciendo que Drogo se ría.

—Más o menos. Pero, por lo menos, pasaremos los fines de semana juntos —me indica abrazando mi cintura. Yo sonrió. Drogo siempre sabe cómo animarme.

Cogidos de la cintura, nos dirigimos a la zona de juegos para continuar con el entrenamiento.

—Vamos a empezar con la energía. ¿Te parece?

Lo miro como si me hablara en chino.

—¿Qué es eso exactamente?

Él me sonríe comprensivo.

—Es la capacidad que tienes de desintegrar, explotar y hacer volar por los aires cualquier objeto aprovechando la energía de tu cuerpo. Además, también sirve como defensa, pero eso lo dejaremos para mañana.

Me quedo con la boca abierta.

—¿Y yo puedo hacer eso?

—Es lo que vamos a averiguar.

Drogo se acerca a la bolsa y escoge una pelota de playa. Me echo a reír.

—¿No es un poco grande?

—Sí, pero también es muy ligera. Eso nos ayudará.

Coloca la pelota en medio de un corro de césped y se acerca a mí.

—Vale. Ahora piensa que esa pelota es tu peor enemigo. Dustin, por ejemplo.

—¿Bromeas?

Me vuelvo a mirarle furiosa y él se echa a reír.

—No. No bromeo. Para que esto salga bien, tienes que sacar toda la furia que llevas dentro. Venga, inténtalo.

Puesto que Drogo ya me ha enfurecido con su bromita, no me cuesta mucho. Miro fijamente la pelota imaginándome que tiene la cara de Justin (O la de Dustin, me da igual. Son idénticos) Enseguida noto como la furia va creciendo en mi interior.

—Así, cosita. Muy bien. Ahora concentra toda esa energía en la pelota.

Lanzo una mirada asesina a la pelota y ésta explota volando por los aires en mil pedazos. Lo que acabo de conseguir me aterra y mucho. Drogo se da cuenta y corre a abrazarme.

—Lo sé. Da miedo. A mí también me asustaba mucho al principio, pero aprendes a controlarlo.

Me vuelvo a mirarle totalmente sorprendida.

—¿Tú eres capaz de hacer esto?

—Sí.

—¿Pero cómo? Esto no forma parte de los poderes de los vampiros.