En estos momentos no sé que opción tomar. Si salgo y me enfrento a Loan, corro el riesgo de usar mis poderes y ponerme en evidencia. Si me quedo... ¡Basta! No debo dejarme amedrentar. Sólo es un demonio y yo soy una matademonios. Es más, he memorizado mil maneras de acabar con ellos. Por desgracia, no he practicado, pero bueno... Alguna vez tenía que ser la primera. ¿Por qué no ésta? Tomo aire para calmarme, bloqueo mi mente y, muy despacio, me doy la vuelta.
—Hola, Dustin. Dime, ¿qué quieres de mí?
Me apoyo en la puerta con los brazos cruzados. No voy a demostrarle miedo. Él se acerca a mí sonriendo con un punto de diversión en su mirada.
—¿Todavía no lo sabes? Por favor, Cris. Creía que eras más lista.
—No me subestimes, Dustin.
—No lo hago. ¿Y sabes qué? Creo que éste es el mejor momento para acabar contigo. Todavía no has desarrollado todo tu poder y eres presa fácil. Demasiado fácil.
¿Que no he desarrollado todo mi poder? ¿Es que aún tengo más? Esto cada vez es más flipante.
Dustin se está acercando demasiado a mí. No se lo debo permitir. Tengo que guardar las distancias. Es mi mejor defensa.
Agito el brazo con fuerza y lo mando al otro lado de la sala. Él se levanta enseguida y, con calma, se sacude la ropa. En un segundo lo tengo pegado a mí. ¿Cómo puede ser tan rápido?
—¿Crees que eso va a funcionar conmigo? ¡Qué poco me conoces! Yo no soy tan estúpido como mi hermano aunque, ahora que te tengo tan cerca, comienzo a entenderle. Tu olor es tan... embriagador.
Me cuesta mucho mantener la calma teniéndolo tan cerca. Sé que podría utilizar el fuego pero eso, aquí, sería peligroso. Podría provocar un incendio. A tan corta distancia sólo el poder mental funcionaría y aún no lo domino. Tal vez lo mejor sea... Sí. Eso es.
Mi rodillazo surte efecto (je, je). Mientras Dustin se retuerce de dolor en el suelo, salgo del aula corriendo. Debo llegar al parque. Allí hay espacio y eso es lo que necesito para pelear.
A mitad de pasillo, Dustin se planta frente a mí. Intento esquivarlo pero me resulta imposible. Es demasiado rápido. Miro a mi alrededor buscando algo que me sirva de ayuda. No tardo mucho. En unos segundos estampo el extintor en su cabeza.
Nuevamente echo a correr. Intento no mirar atrás pero no puedo evitarlo. Es entonces cuando choco con alguien. Pierdo el equilibrio y caigo al suelo. Miro al frente y es entonces cuando empiezo a sentir miedo de verdad. Dorothy está delante de mí.
—Vaya, vaya. ?Quién tenemos aquí? Nada más y nada menos que la bruja Bishop.
—Gracias, hermanita. Un poco más y se escapa —oigo decir a Dustin detrás.
—Si no fueras tan inútil, ya habrías acabado con ella —le indica con reproche.
—No empieces otra vez. La cuestión es que ya la tenemos. Ahora, a ocuparnos de ella.
Los dos clavan la mirada en mí mientras que yo intento escabullirme a gatas de allí. Mala idea. No me da tiempo a reaccionar y en seguida los tengo delante con una sonrisa socarrona.
—Mírala, huyendo a cuatro patas como la rata que es —comenta Dorothy con desprecio.
—No sé, hermanita. A mi me parece una gatita muy sexy.
—Tú siempre pensando en lo mismo.
—¿Ah sí? Ahora me dirás que no piensas lo mismo de su novio.
—Eso no es asunto tuyo.
—¿Ah no?
Mientras estos dos imbéciles discuten como idiotas, intento escabullirme de nuevo. Para mi desgracia, otra vez me detienen.
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DC I: DESTINOS CRUZADOS √
FanfictionCristina, una joven estudiante y au-pair, descubre, de repente, que su vida no es tan sencilla como ella creía. Dos hombres totalmente opuestos se pelean por su corazón. Además, multitud de secretos amenazan con salir a la luz y arrastrarla con ello...