DC I: DESTINOS CRUZADOS √

CAPÍTULO 37 - OSBORNE

—¿Se puede saber cómo has entrado aquí?

—Vamos, Nicolae. ¿Acaso eso importa? Lo importante ahora es ayudar a Cris.

Me quedo observando fijamente a esa extraña mujer. Es castaña y con unos preciosos ojos verdes. Se ve joven, pero algo me dice que no lo es.

Ella me sonríe y se acerca a mí.

—Ven conmigo, pequeña.

Me tiende su mano pero Drogo se la retira de mala manera.

—¿Qué pretendes, Lucie? ¿Envenenarla contra nosotros?

Ella lo mira y se ríe.

—¿Cómo puedes ser tan necio, Drogo? No es mi intención envenenarla ni alejarla de ti. Al contrario, quiero que se haga fuerte y yo soy la única que puede lograrlo.

—No te creo.

Drogo está realmente molesto. Él y Lucie comienzan una guerra de miradas que, vista desde fuera, resulta escalofriante. Está claro el odio que se tienen.

—BASTA YA LOS DOS. DEJAD DE COMPORTAROS COMO CRÍOS.

Todos nos volvemos asombrados ante el grito de Sara.

—He sido yo quien le ha pedido que venga. ¿No podéis olvidar los viejos rencores por una vez? Estamos aquí por Cris y ella es la única que puede ayudarla. —Se vuelve hacia mí suplicante. —Por favor, Cris. Confía en mi abuela.

¿Es su abuela? ¡Si parece su hermana! ¡Yo quiero aprender a hacer eso!

Parece que el discurso de Sara ha calado en todos, ya que agachan las cabezas avergonzados.

Lucie me sonríe.

—Tranquila, Cris. Podrás hacer eso y más. —¿Tanto se me ha notado? ¡Qué vergüenza! —Ahora, por favor, ven conmigo. Necesito estar contigo a solas.

Miro a Drogo quien asiente a regañadientes y salgo tras esa extraña mujer.

Una vez en el jardín, se me queda mirando. Comienza a dar vueltas a mi alrededor mientras murmura una palabras incoherentes. Se planta junto a mí y me sonríe con dulzura.

—Aún estás a tiempo, pequeña, pero te espera un largo camino hasta dominar tu lado oscuro por completo ya que éste se ha hecho muy fuerte. Sé que sólo lo has usado en defensa propia pero, aún así, no pienses que vas a ser más débil. Al contrario, cuando lo domines por completo, serás aún más poderosa.

—Gracias, Lucie. Por favor, dime qué es lo que tengo que hacer. No me da miedo el trabajo duro. Lo único que quiero es no caer en la oscuridad.

—Ese es el primer paso, decisión, y veo que tú la tienes. —Sonrío agradecida. —Ahora vamos dentro. Tenemos que organizar tu trabajo a partir de ahora.

Asiento y le sigo de vuelta al despacho. Confío en esta mujer. No sólo porque sea la abuela de Sara sino porque a su lado me siento tranquila. Me transmite paz.

Una vez en el despacho, me dirijo a sentarme junto a Drogo mientras Lucie se apoya en la mesa. Todas las miradas están puestas en ella.

—Aún está a tiempo. —Todos suspiran aliviados. —Pero hay mucho trabajo que hacer. Nicolae, sé que has hecho un gran trabajo con la teoría. Sigue así. Sebastián te ayudará.

—No dudes que lo haré. Además, Cris ha demostrado ser una gran alumna. Con ella es fácil.

Sonrío agradecida a Nicolae. La verdad es que todos los libros que me da son muy interesantes.