La cena ha sido tranquila. Todos se han alegrado mucho de los progresos del pequeño. Parece que las cosas empiezan a funcionar. Por otro lado, las investigaciones con la demonio apenas avanzan. Lo único que se sabe de ella es que es una bastarda, fruto del romance entre el señor de los demonios y una bruja. Eso la hace demasiado poderosa por lo que debo intensificar mi entrenamiento.
Drogo me preocupa. Desde el encuentro con su madre apenas ha hablado. Sé que necesita hablar pero, si le presiono, lo único que conseguiré es que se cierre en banda. Tengo que pensar en algo pero ¿qué? Mi bombillita, como siempre, me da la solución.
Me retiro la primera y me dirijo al salón. Cojo una botella de whisky y dos vasos y me voy corriendo a la habitación. Por suerte, Drogo aún no ha llegado, por lo que tengo tiempo de prepararme. Me pongo un sugerente picardías, me suelto el pelo y, con los dos vasos en las manos, me dispongo a esperarle con una pose sexy. Sólo espero que minidrogo no aparezca ahora.
Cuando se abre la puerta, Drogo me mira embobado. Cierra la puerta con llave y se acerca despacio a la cama. Parece que le gusta lo que ve.
—Menuda sorpresa, cosita. ¿No estabas tan cansada? —me dice cogiendo un vaso. Yo le sonrío.
—He pensado que a los dos nos vendría bien relajarnos un poco. Demasiada tensión en pocos días —contesto acariciando su torso. Me encanta lo duro que está.
—Has tenido una gran idea. Brindo por ello.
Chocamos nuestros vasos y, tras beber de estos, Drogo los coge y los deja en la mesita. Se vuelve hacia mí y acaricia mi cara.
—No era necesario que hicieras esto, cosita. Estoy bien. De verdad.
O me conoce muy bien o me ha leído la mente. Eso me mosquea, pero lo primero es él así que, por esta vez, lo voy a dejar pasar.
—Si tan bien estás, dime. ¿Por qué apenas hablas? —pregunto cogiendo su mano.
—No se te escapa una, ¿eh? —me indica con un guiño. Yo me río.
—Ya ves que no. Y ahora, por favor, dime cómo te sientes. Sé que ha sido muy fuerte para ti y creo que te sentará bien hablar.
Él suspira y, sentándose en la cama, se queda mirando hacia la nada.
—La verdad es que me ha encantado estar con mi mini-yo., aunque empiezo a pensar que no eres una buena influencia para él.
¿Me toma el pelo?
—¿Y por qué dices eso? —pregunto ofendida. Él se ríe.
—Porque, que yo recuerde, nunca había sido tan lanzado. Tu presencia le altera. ¡Y menos mal que no te ha visto así! Ni me imagino como se pondría...
Los dos nos reímos. La verdad es que tiene razón. Sólo espero que mi relación con minidrogo no altere la que tengo con él.
—¿Sabes? Creo que está enamorado de ti, y no me extraña. Por favor, no le rompas el corazón. Sería como rompérmelo a mí.
—Créeme cuando te digo que es lo último que quiero.
—Lo sé.
Drogo se queda en silencio, pensativo. Hablar de minidrogo no le ha costado pero ahora viene lo más difícil, hablar de su madre. Guardo silencio. Sé que hablará cuando esté preparado. Por si acaso, me pongo de rodillas y le abrazo por detrás. Él se agarra a mis manos y suspira.
—Siempre fue una gran madre. Me quería mucho y cuidaba de mí. Después del suceso, enloqueció y cambió completamente. Seguía queriéndome, pero ya no era la misma. Todo el amor, la dulzura y el cariño que ella desprendía, desaparecieron como por arte de magia. Tom siempre culpó a mi padre, le hacía responsable de lo que pasó. Poco a poco me di cuenta de que tenía razón. Gracias a la locura de mi madre, renuncié a la magia. Justo lo que él quería.
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DC I: DESTINOS CRUZADOS √
FanfictionCristina, una joven estudiante y au-pair, descubre, de repente, que su vida no es tan sencilla como ella creía. Dos hombres totalmente opuestos se pelean por su corazón. Además, multitud de secretos amenazan con salir a la luz y arrastrarla con ello...