Capítulo 20.

235 28 0
                                    

Blake Sharman

Al día siguiente, tras el entrenamiento, vuelvo al bosque. Ahora no le temo, ahora yo soy capaz de ganar un enfrentamiento contra un hombre lobo si sé que voy lo suficientemente protegida con varias balas de plata.

Me adentro en él y trato de escuchar cada ruido a mi paso. Estoy alerta para que nada pueda sorprenderme.

Sin embargo, cuando ya me encuentro bastante adentro, el ruido de pisadas detrás de mí me asusta. Agarro la pistola de mi cinturón y apunto hacia el mismo lugar del que provenía el sonido.

—Vaya, tranquila...—dice Dereck, agarrando la punta de mi pistola y la coloca mirando al suelo.

Le pone nervioso y no es de extrañar, ya que esa bala podría acabar con él en menos de un día.

—Lo siento—me disculpo y la vuelvo a guardar.

—¿Qué tal en el instituto?—pregunta, interesado por estos temas de humanos.

—Tenías razón, Jason no ha aparecido hoy—apunto.

—¿Han preguntado mucho por Ian?—se interesa.

—Bueno, algunos profesores se han extrañado pero en años pasados él batió todos los récords de faltas injustificadas, así que no habrá problema por eso, tan solo he tenido que aguantar a Maggie durante más de seis horas hablándome de cómo la miraba en la fiesta—comento, y pongo los ojos en blanco.

—¿Y su madre?—continúa, mientras caminamos de nuevo bosque adentro.

—Está tranquila. Le he dicho que se quedó en casa de Lucas a dormir y que hoy estaríamos todo el día fuera—sonrío, pícara, contenta de que todo esto esté saliendo tal y como quería.

—Bueno, aquí lo tienes, todo hecho un toro—bromea cuando llegamos a la roca donde ha estado descansando toda la noche.

Está consciente y parece que sus heridas lucen mucho mejor que ayer. Sonrío, él me sonríe y se incorpora poco a poco.

Me abalanzo sobre él y lo abrazo.

—Gracias—musita en mi oído.

—¿Qué?—susurro al separarme de él.

—Sí. ¿Crees que los chicos no me han contado lo que hiciste ayer por mí? Al parecer tenía razón, naciste siendo parte de lo sobrenatural—asiente.

—Vaya, jamás te había visto formular una frase con tanto sentido—sonrío y este se ríe también.

—¿Ha habido algún problema?—pregunta, moviéndose en la roca y colocando sus pies sobre tierra.

—Ninguno. Por ahora todo en orden—confirmo, orgullosa de mí misma.

—Y por aquí llega quien relevará mi turno—interviene Dereck, señalando al oeste, por donde Jensen aparece caminando desganado.

—No me dejes mucho tiempo con este. Si aparece otro hombre lobo no creo que tengamos la suerte de salir vivos y esta vez Blake no podrá hacer de sus truquitos conmigo—masculla, poniendo los ojos en blanco, irónico.

—Bueno, ya sabré qué hacer si algún día te encuentro con todo el abdomen destripado y derramando sangre—contraataco, siguiéndole el juego.

Sonríe, pero en el fondo sé que, de todos, es del que menos me puedo fiar. Ayer hablaba de una manera realmente extraña, y eso me preocupa.

Dereck y yo caminamos hacia otra parte. Según él, para enseñar a alguien cómo controlarse, se necesita tranquilidad.

—Bien, ayer conseguiste despertar esa fuerza interior porque tenías un propósito, ¿no es así?—pregunta y asiento.

Lo que amansa las bestias (FINALIZADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora