Capítulo 18.

249 35 0
                                    

Blake Sharman

—Deja que te ayude con eso—propone.

Preocupada, se acerca a mí, toma asiento justo enfrente, sobre la cama. Me ayuda a envolver la herida con la venda.

Me quejo, pero no para. De pequeña, cuando me caía en el parque, tampoco lo hacía. Resistía, porque sabía que era fuerte y en cierto modo lo sigo siendo, lo sé.

—Gracias—suspiro cuando acaba.

—Cariño, ¿hay algo que debas contarme, antes de todo?—pregunta y mi cabeza comienza a dar vueltas.

¿Se refiere a todo esto o simplemente está preocupada porque hoy me he saltado las clases? ¿Y si es la segunda opción? No puedo arriesgarme. Aunque sé que ella no me creería si le dijera todo lo que me ha ocurrido hoy y lo que está por llegar, no tendría valor de destapar el secreto de Dereck e Ian.

—¿A qué te refieres?—contraataco.

—Bueno, veo que no confías lo suficientemente en mí—sonríe, pero un trozo de ella se rompe al decirlo. Yo sé que no es así—. Los hombres lobo te buscan, Blake—afirma, y sus palabras me hacen tragar saliva, aterrada.

—Mamá... ¿Por qué lo sabes?—niego con la cabeza, confusa, pensando que todo este tiempo ha estado ocultándome algo aparentemente grande.

—Porque tú y yo somos también criaturas sobrenaturales—confiesa, y todas mis teorías quedan al desnudo.

—¿Qué? ¿Y cuándo pensabas decírmelo?—pregunto, indignada y molesta.

—Nunca pensé que tendría que llegar este momento. Nuestro efecto sobre lo sobrenatural es muy leve si no lo desarrollamos y, para hacerlo, debemos mantener contacto con otras criaturas o con personas enfermas o en peligro. Realmente no creía que algún alfa fuera a descubrirlo, y más de ti, que aún no has aprendido nada, ni siquiera lo has despertado en tu interior—explica, y comienzo a asimilarlo todo, poco a poco, aunque me cueste entenderlo.

—¿Por qué no me lo dijiste si sabrías que esto podría pasar?—pregunto, desconcertada.

—Porque quería protegerte—susurra, y sus ojos se llenan de lágrimas—. Tú y yo somos Ngnawaris. Está en un extraño idioma, pero significa calmante. En la antigüedad llamaban así a los hijos primogénitos que nacían en la noche de la primera luna llena de invierno. Se dice que la luz de esta les ayuda a nacer y les da fuerza durante sus primeras horas de vida, porque el frío antiguamente mataba a los bebés de familias con pocos recursos. En este tiempo, adquieren capacidades sobrenaturales que pueden esconder si se mantienen distanciadas de lo sobrenatural aunque, si no se entrenan tras la madurez de la persona, podría perderse o disiparse, lo que supondría un mayor esfuerzo para su recuperación. Como intuirás estas criaturas, como tú y como yo, tenemos una estrecha relación con los hombres lobo, pero nunca han sido relaciones buenas—relata.

La historia comienza a tomar forma poco a poco. Acabo de enterarme de que toda mi incredulidad hacia aquello que roza más el otro mundo que este ha sido derruida y tirada a la basura.

—¿Y qué se supone que hacemos? ¿Esto me afectará de algún modo?—pregunto, sintiendo mi pulso aumentar.

Ahora mismo no puedo evitar que miles de nuevas preguntas surjan en mi cabeza, y quizás no esté lo suficientemente capacitada como para seguir escuchando cómo todo esto continúa.

Estoy ante una persona que toda mi vida ha estado ocultando mi identidad, lo que realmente soy. Ahora veo todo con otros ojos, la veo a ella con otros ojos, también a Dereck e Ian.

Lo que amansa las bestias (FINALIZADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora