Capítulo 9 Mi Historia

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-Parece que pasaremos un buen rato aquí metidos- hablo mi acompañante y puse los ojos en blanco.

-Dime algo que no sepa Evans- conteste malhumorada, se sentó en el suelo recostando su espalda contra la puerta- Dime algo de ti- agregue y no sé porque quería saber de él, tal vez por que sólo sabía su nombre ó por que quería matar tiempo antes de que éste me matase a mí.

-No hay mucho que contar, la verdad- dijo estirando una de sus piernas- Mis padres fueron cazadores de la hermandad de sangre pura, ambos se casaron y vivieron juntos por muchos años, hasta que cumplí los siete años, fue en ese momento cuando ellos se divorciaron y nos separaron a mí hermana y a mí. Me he criado en academias y son pocas veces las que en realidad he visto a mí madre y mi hermana Eimily- agrego con nostalgia mirando algún sitio de la bodega, pensé que debía ser muy duro vivir de ese modo- ¿Qué me cuentas de ti?- Me preguntó de un momento a otro, aquella frase me tomo desprevenida.

-Ah, yo... Bueno yo... No hay nada que contar- conteste mirando el techo.

-No seas tramposa Anais yo te conté algo, así que deberías hacer lo mismo- me mordí el labio inferior con nerviosismo, él tenía razón había tenido la confianza de contarle algo íntimo ¿por qué yo no he de hacer lo mismo?.

-Bueno- solté un suspiro- Mí madre me crió como una persona común y corriente.

-¿Ah qué te refieres con eso?- preguntó Evans.

-Mí madre me crió de tal manera que yo jamás me enterase de la existencia de los vampiros, ni las sombras, ni las brujas, ni los hombres lobos, ni de los demonios y mucho menos de los cazadores y la hermandad. Yo me enteré de todo cuando ella falleció y fue demasiado duro asimilar todo lo que de verdad me rodeaba- me encogí de hombros y puse los pies encima del asiento.

-¿Hablas en serio?- volvió a preguntar el chico que se encontraba incrédulo.

-¿Qué haz escuchado de mí en la academia?- respondí con otra pregunta, note como Evans traga saliva- ¿Muchos rumores de mí?.

-Bueno- él se acomodo mejor en su sitió y me miro a los ojos- Son muchos rumores, como el que tienes sangre demoniaca en tú sistema, que buscas venganza hacia una bruja. Que estas en la academia por que la directora Braus es tú tía, que tú madre fue una prostituta, que no eres cazadora sangre pura, que sólo eres un camuflaje. Otros han dicho que eres una mujer egoísta y muy engreída, que no sigues las reglas- se detuvo un momento y luego prosiguió- que no te importa nada, ni nadie, que un ex-forense en la hermandad hizo un pacto satánico para salvar tú vida, que te enamoraste de un hombre lobo, que eres el mismísimo demonio encarnado en mujer y que eres condenada mente cruel- Sonreí porque era los mismo rumores de siempre- Ahora dime, Ana ¿qué hay de cierto en esos rumores?- preguntó arqueando una ceja.

Seguí riendo por lo bajo, la gran mayoría de las especulaciones era ciertas, algunas versiones de historias chifladas cambiadas con el tiempo. Versiones que con el paso de los años yo me he encargado de aumentar, no me arrepentía de ello, simplemente me encanta estar a un paso de los que hablaban de mí. Que siempre tuviera mí nombre en sus bocas me encantaba, incluso, a tal punto, que yo me encargaba de darles de que hablar, solté un suspiro pesado y trate de darme un poco de calor con mis manos.

-La gran mayoría de todo lo que dicen es cierto, misma historia diferentes versiones, y todas son ciertas- lo volví a mirar a los ojos y sus pupilas estaban grandes- Es cierto que entre sin hacer las pruebas por mí tía, pero... Siempre me he ganado el respeto y el puesto en el que estoy, mí madre no fue una prostituta, sin embargo, tuvo que hacer cosas de baja calaña para sacarme adelante. Ella era una cazadoras y de las pocas que han sido expulsadas de la hermandad- Evans me miraba con sus cejas alzadas con sorpresa- Sí estoy buscando una bruja por venganza, no sigo sino mis propias reglas, soy engreída y muy prepotente. Eso lo admito con facilidad, también es cierto que no me importan sino mis hermanos, conozco a un hombre lobo pero es mí hermano y por último; si tengo sangre demoniaca en mis venas- se puede decir que esta fue la cereza del pastel, sus ojos se abrieron como platos al escucharme.

Sueños #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora